En el combate a los grupos de la delincuencia no hay soluciones unilaterales sino que debe ser un trabajo conjunto entre gobiernos y no dejar que situaciones como la de Culiacán se repitan ya que fue una muestra del poder de los narcotraficantes, indicó el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau.
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Al hablar de las relaciones Estados Unidos- México dentro de las actividades de la Feria Internacional del Libro, destacó que el evento de Culiacán en donde los delincuentes se enfrentaron abiertamente a las Fuerzas Federales, superándolos en número y poder de armas, debe ser el momento para reconocer la magnitud de la situación.
“El crimen organizado tiene mucho que ver con la criminalidad y la inseguridad en general yo creo que es un reto muy importante para ambos gobiernos, no hay solución unilateral, para mi hay que reconocer eso y por supuesto vamos a pasar por momentos de desacuerdo” por lo que dijo que se tiene que actuar muy rápido.
Dijo que después de este acontecimiento del ataque a la familia Lebaron el presidente Trump ofreció apoyo total a nuestro país.
Ante estos acontecimientos señaló que espera que ya no se niegue la importancia del problema que representan estos grupos en México y del poder que tienen y reconoció que hay un problema importante en cual se tiene que trabajar de manera conjunta para llegar a una solución “porque realmente no nos conviene a ninguno de nosotros que se siga incrementando el poder de los narcotraficantes y que se normalice este problema. Hay territorio en México en donde tienen una fuerza impresionante”.
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Indicó que para tales fines se tienen grupos de trabajo sobre drogas, armas y dinero, entre otros, pero los principales son esos ya que se busca mantener la seguridad portuaria para evitar ingresos de drogas, pero la gran burocracia de ambos países es complicada.
El narcotráfico es el problema número uno para EU y este fenómeno está enlazado con otra serie de situaciones de México como la corrupción y la inseguridad, la iniciativa Mérida se ha entendido mal ya que no es una estrategia dirigida sino una forma de apoyar las acciones del gobierno mexicano, mejorar el sistema de justicia, las fiscalías de los estados, laboratorios forenses, capacitación de policías, entre otros aspectos.
En ese sentido reconoció que el problema de las adicciones y drogas en su país es considerado como grave. “lo reconozco que somos parte del problema para México porque tenemos la demanda de las drogas, de las armas y el dinero que ayudan a q a formar la base del poder de los narcotraficantes que vienen de Estados Unidos, por eso queremos ser parte de la solución del problema de México”, porque ninguno de los dos países puede solucionarlo solo”.
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“Es un problema que se va a ir empeorando si no lo enfrentamos cuanto antes, porque ahora hay drogas sintéticas, muchas originalmente venían de Asia y transitaban por México hacia Estados Unidos, ahora ya se encuentran laboratorios en México y eso nos preocupa mucho porque el fentanilo es tan potente que una dosis del tamaño de un grano de sal puede matar a un hombre de tamaño normal, así que un ladrillo de fentanilo puede tener cientos de dosis”, sobre todo si se combina con otras drogas se vuelve mortal.
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Finalmente, habló de su confianza de que a finales de diciembre se apruebe el tratado comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, aunque no prometió nada al respecto. También abordó la situación del fenómeno migratorio el cual generó un desorden y los enfrentó a situaciones nunca antes vistas ya que no eran migrantes mexicanos y algunos hasta con “hijos” que no eran suyos.
