El consumo del cigarro electrónico “vapear” más dañino que el convencional, afectando severamente los pulmones, sostienen académicos-investigadores el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Universidad de Guadalajara (UdeG).
El Coordinador de la carrera de Técnico Superior Universitario en Terapia Respiratoria, doctor Antonio Gerardo Rojas Sánchez, advirtió que, los cigarros electrónicos contienen, además de glicerina, hidrocarburos, vitamina E, y alguna mezcla de cannabis. Este tipo de producto, expuso, requieren de baterías que tienen que ser calentadas, lo que contribuye a la formación de un aerosol que va de manera directa a las vías respiratorias.
Por su parte, el académico José Daniel Rodríguez Jiménez, lamentó la promoción del cigarro electrónico como uso terapéutico como puente para abandonar el tabaquismo; de acuerdo a resultados de la Evaluación Funcional Respiratoria a jóvenes de 17 años edad, evidencia: “pulmones de fumadores crónicos, de más de 40 años de tabaquismo”.
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“Gracias al cigarro, la función pulmonar es reducida casi como el de una persona con tabaquismo crónico; además, la función muscular, cardiovascular y cardiopulmonar es afectada como la de una persona que ya tiene un tabaquismo de larga exposición”.
Los investigadores, realizan estudios para determinar en cuánto tiempo ocasiona daños a la salud el cigarro electrónico, sin embargo, se deducir que pueden ser similar al cigarro convencional, pero de forma más acelerada.
“El problema es que los fumadores no sólo consumen cigarro electrónico. En la mañana, fuman cigarro electrónico con nicotina, a media mañana con cannabinoides (sustancias químicas derivadas del cannabis), y luego sus tres convencionales, luego uno orgánico, entonces es difícil controlar el daño”.
Una de las creencias es que los cigarros electrónicos no hacen daño a quien acompaña a la persona que lo consume, sin fumar, sin embargo, se han tomado muestras de sangre a quienes están expuestos al vapor, y se ha encontrado contenido de éste. En modelos animales se ha detectado daño pulmonar, en el sistema inmune y cambios bioquímicos en sangre. Los académicos ven con acierto la emisión de una alerta epidemiológica Federal contra el uso del cigarro electrónico, aunque se carece de una política pública sobre su uso en espacios abiertos, ni en cuanto a su comercialización.
En septiembre pasado, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos de América (EUA), la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) informaron sobre brote de lesiones pulmonares asociadas con el uso de cigarros electrónicos y sus productos en Estados Unidos.
Ante esta situación, la Secretaría de Salud (SS) en México, emitió un comunicado de alerta al respecto al señalar el aerosol de un cigarro electrónico puede contener sustancias dañinas.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) 2016-2017, 5.9 por ciento de la población de 12 a 65 años refirió haber probado alguna vez el cigarro electrónico. La prevalencia de consumo actual, en dicha encuesta, fue de 1.1% (975 mil mexicanos).