Luego de darse a conocer una negociación para vender las Villas Panamericanas de fast track y las críticas de ambientalistas por la no protección de la zona como recarga de mantos freáticos de la Primavera, el gobernador anunció mediante sus redes sociales que decretaba Zona de Recuperación Ambiental a El Bajío para garantizar el futuro medioambiental y no permitir el uso de vivienda en la zona.
980 hectáreas quedarán protegidas, aunque 315 ya están urbanizadas o con derechos para urbanizarse desde hace muchos años, como el caso de las Villas que abarcan 16 hectáreas, explicó Enrique Alfaro Ramírez; por lo que esas hectáreas ahora tendrán que cumplir con estrictos parámetros de protección medio ambiental y sujetarse a las disposiciones que marcan el Decreto y el Programa de Recuperación, al igual que universidades, viviendas y el estadio de futbol que están en la zona.
Las 865 hectáreas restantes ya no podrán tener cambios de uso de suelo para conservar los esquemas de filtración de agua y ser soporte de protección del ANP del Bosque La Primavera y el acuífero de Atemajac; esto significa la prohibición para construcción de vivienda.
“El Bajío se va a conservar como lo que es: una zona estratégica en materia medio ambiental. Nunca más podemos permitir que ningún gobernante irresponsable o corrupto permita que los intereses privados sometan y lastimen al capital ambiental de Guadalajara. Al Bajío lo vamos a cuidar entre todos”, dijo Alfaro Ramírez.
Argumentó que desde el 8 de febrero inició con las reuniones de trabajo con el ayuntamiento de Zapopan para darle solidez jurídica a este decreto: “Nada de lo que hemos hecho en ese sentido se ha realizado a espaldas de la autoridad que tiene la responsabilidad constitucional en materia de ordenamiento territorial. Ahora le toca al municipio actualizar sus instrumentos de planeación y alinearlos a este decreto. Ahora sí vamos a poner a prueba el compromiso de cada una de las partes involucradas”, añadió Alfaro; luego de que el viernes pasado el alcalde de Zapopan, Pablo Lemus, declarara desconocer la pretendida venta por parte del Ipejal, y que no daría las licencias de habitabilidad hasta no tener el decreto; pero, nunca mencionó que se hubieran llevado ya pláticas con el Gobierno estatal desde febrero como afirmó el gobernador en su mensaje.
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Recordó Alfaro Ramírez que las Villas Panamericanas tienen licencias de construcción de hace 10 años, incluso el uso de suelo (habitacional de baja densidad, comercial y servicios) lo concedió el municipio en 2009 y 2011, ambas con dictamen de impacto ambiental aprobado por la Semadet.
“Tan sólo entre 2012 y 2013, la urbanización aumentó 400% pasando de 58 a 237 hectáreas y desde entonces, se han urbanizado un promedio anual de 13 hectáreas. Todo esto sucedió por cierto, para refrescar la memoria, antes de que yo fuera gobernador del estado. Lo digo de otra manera para que quede claro: La Villa Panamericana no la autoricé, ni la construí yo, se construyó entre el 2009 y el 2011 con una parte de dinero privado, con 340 millones de pesos de dinero de los trabajadores al servicio del Estado, y 587 millones de pesos de dinero público” con lo que se deslindó de responsabilidad y agregó es uno de tantos temas complejos que heredó y que le toca resolver.