El trauma ocular es la principal urgencia oftalmológica y de ceguera en la población infantil y adultos jóvenes ocasionados por accidentes laborales, domésticos, viales, agresiones y práctica deportiva.
Se estima que nueve de cada diez casos pueden prevenirse, señala la médica oftalmóloga adscrita al servicio de Trauma del Hospital de la Ceguera de Ciudad de México, Mary González Surie: "Los traumas oculares pueden ser cerrados. Esos son generados por golpes directos en el ojo, como un balonazo, un codazo, un puñetazo, o también pueden ser abiertos, porque como su nombre lo dice, el ojo está abierto, tiene una herida”.
Advierte que estos traumas pueden ser súper graves, tanto los cerrados como los abiertos. En el primero se presenta una inflamación grave y se presenta con alta presión del ojo, hemorragias o derrames y, en un porcentaje bajo, en el cinco por ciento de los casos pueden tener desprendimiento de retina.
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La especialista mencionó que de no tratarse a tiempo o de una forma adecuada puede desencadenar una pérdida grave de la visión.
En el caso del trauma ocular abierto pueden tener una herida o tener objetos incrustados. Por ejemplo, al martillar incrustarse un pedacito del clavo en el ojo, lo que ocasiona que el ojo se infecte, pero si tienes un cuerpo extraño aumenta más el riesgo de tener una infección dentro del ojo.
"Es la típica historia de la persona que está martillando o taladrando y no tiene protección, o es la señora que está utilizando algún químico y le cae en el ojo. Hay varios químicos los tenemos en la casa y tal vez no sabemos que nos pueden hacer este tipo de daño, como la sosa cáustica, que se tiende a utilizar para limpiar los tubos de drenaje, o líquidos de batería de carro, detergentes en general y cal o cemento. Es muy común que lleguen pacientes con este tipo de lesiones en los ojos por sustancias químicas".
Lo anterior, dijo González Surie a la falta de medidas de protección y prevención cuando se realizan algunas actividades en el hogar.
A toda lesión provocada por golpes, cortes o cualquier daño químico o físico que genere daño en los ojos se le conoce como trauma ocular; se estima que 40% de los casos se dan en la casa y el trabajo; 25% en los juegos infantiles; 5% al realizar algún deporte y la cifra restante por otros motivos, como accidentes de tránsito.
A nivel mundial se registra 2.5 millones de traumas oculares al año, y de éstos, hasta 60 mil terminan con una afectación importante de la visión y 40% de estos pacientes tendrán ceguera en un ojo.