El arzobispo Emérito de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, pidió a los obispos reconsiderar el abrir los templos, fue una decisión drástica. Criticó que no se procedió con equidad y justicia, ya que mientras los templos están cerrados, los grandes almacenes, mercados y plazas están abiertos.

"Cómo que no se ha procedido con el sentido de equidad y justicia para todos en esta disque pandemia y disque será o no será ", manifestó en su homilía.

Esta disposición "que hicieron nuestros obispos es muy drástica, sí en otras partes se permite que haya ciertas condiciones guardando las medidas cubrebocas, poca gente, no saludo en las manos, se puede hacer en la iglesia", subrayó.

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Señalo: "Yo creo que fue muy drástica la decisión de cerrar todos los templos, que gente en grupitos de a poquitos fueran al templo a rezar al Santísimo y asistieran a alguna misa, repartidos, sobre todo cuando hay tantos lugares abiertos, eso es lo que más extraña y duele que haya tantos lugares abiertos, los grandes almacenes están abiertos, ahí puedes ir a comprar, los mercados están abiertos, las grandes plazas comerciales".

Sugirió a los obispos reconsiderar esta medida "y que no la prolonguen por amor de Dios, que no la prolonguen". Que abran los templos, en grupitos. Porque hay hambre espiritual. Los que no creen extrañan los bailes y las playas y las "comilonas".

Se refirió a la gente que se queda sin trabajo, falta de actividad de comercios y laboral "que no les falte lo espiritual, que lo tengan s cuentagotas pero que lo tengan".

Los obispos que estudien que en todos los templos se fuera 1,2, 3 veces la comunión, de a poquitos y en la mano con toda la precaución, en la mañana, media mañana, a mediodía, en la tarde y 7 de la tarde que puede darla el párroco, vicario o un ministro de la comunión acreditado.

Lamenta la gente porque se lo ha dicho y le han pedido que hable de que las iglesias estén cerradas, que no puedan participar presencialmente en la misa sino a través de medios electrónicos, que no puedan recibir la comunión, no puedan confesar sus pecados "lo lamentan, dicen ¿por qué la Iglesia hace esto? ¿Por qué nos privan?"

Esta cuarentena "ha despertado en mucha gente, que estaba dormida el hambre de Dios y ahora se impide, ¡que se proceda de una manera menos drástica!"

La gente extraña los servicios espirituales, los que creen y los que no, están muy a gusto así ".