Ante la imposibilidad de clausurar el vertedero de Laureles tras el incendio de la semana pasada y que requirió de más de 24 horas para extinguirlo, el presidente municipal de Tonalá, José Antonio González, señaló que analizan, Junto con el Gobierno del Estado, la posibilidad de aplicar una importante sanción económica, además dijo que se opondrán al proyecto de ampliarlo en 20 hectáreas.

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“Estamos en esa circunstancia, tenemos que ser muy responsables, sí es cierto que le tenemos que exigir a la empresa que tome sus medidas y sus mecanismos para hacer los procesos de tratamiento de la basura como debe de ser, pero pensar en clausura yo sólo pregunto en dónde vamos a echar tres mil toneladas de basura diaria, pero de que va haber una sanción la va haber tanto por el Estado como por el municipio forzosamente” y mantener mejor vigilancia, aseguró.

En ese sentido no se explica qué sucedió en las administraciones anteriores y sobre todo en el 2012 en donde se vivió una situación similar y desde su punto de vista no se debe de repetir más en este tema y ver qué pasó con la unidad de bomberos dentro de la empresa y que ya no opera, por lo que esperarán los resultados de la investigación y el vertedero sigue operando de manera formal.

Además, dijo que buscará la forma de evitar que el tiradero de Laureles se siga ampliando tal como está el proyecto y que estima asignarle 21 hectáreas más, “nosotros no estamos de acuerdo, ya lo platicamos con Medio Ambiente” y se buscarán la forma de evitarlo ya que no se permitiría exponer más a los habitantes a este tipo de emergencias.

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Dijo que trabajan junto con las autoridades de medio ambiente estatal y federal en donde contempla realizar una supervisión del sitio en los próximos días para evaluar las condiciones del tiradero y después “del resultado positivo que se tuvo con la reunión del Gobernador con el director de la empresa, vamos a evaluar qué es lo que estaba pasando, no puede ser posible que nos vuelva a pasar un incendio de esta magnitud que por las condiciones del vertedero es muy delicado”.

Además, los efectos negativos que generó al medio ambiente con esa espesa nube de humo, lo cual generó un estado de emergencia y de momento se continúa la atención a la población, “se duplicaron los esfuerzos, se repartieron más de tres mil 700 cubrebocas, soluciones optálmicas”.

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Para evitar mayores daños a la salud de los habitantes de la zona aledaña al incendio, también se suspendió la venta de alimentos al aire libre para evitar que a través de ellos se consumieran las partículas de contaminantes que volaban con el humo y tener un problema mayor de salud. “Ya se sofocó, ya la nube parece ser que no está, pero de todas maneras seguimos vigilando el tema”.