El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, reconoció que su instrucción de actuar con sensatez y prudencia, fue desacatada por un grupo de personas de la Fiscalía del Estado y se cometieron actos irresponsables y brutales “que no van a ser perdonados”.
Asentó que habían sido ya 48 horas “de resistir todo tipo de ataques, provocaciones e intentos de desestabilizar al estado, cuarenta y ocho horas de un ambiente que nuestra ciudad no merece, que nuestro estado no merece”.
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Aceptó que “Nunca en mi vida me había sentido tan enojado y tan frustrado. Durante las últimas horas y en medio de una pandemia, todo el gobierno ha trabajado para poder resolver la crisis y el grave problema por el que estamos pasando”.
Y esto evidentemente empeoró. Desoyeron sus instrucciones y ahora promete sanciones por el actuar de algunos policías judiciales que -a decir de varias denuncias- detuvieron a algunos jóvenes e interceptaron a otros para desviarlos o de plano “tirarlos” en otros puntos de la ciudad.
“Vamos a ir con todo el peso de la ley contra quien haya sido responsable como ya lo hicimos en caso de Ixtlahuacán y aunque vivimos momentos turbulentos, nada justifica el uso excesivo de la fuerza, no va a haber consideraciones”, expresó.
Insistió en que con tales conductas desarrolladas “se violentó mi instrucción de no cometer excesos y actuar siempre respetando los derechos humanos. Es verdaderamente frustrante que después de todo lo que hemos aguantado para defender a Jalisco por la irresponsabilidad de alguien tengamos que salir a corregir sus errores”.