Con más de 30 años trabajando el arte urbano en la ciudad, Francisco Martínez Hernández, es un adulto mayor que se dedica pintar al oleo, acuarela y acrílico en miniatura.
La pandemia por Covid-19 le complicó al igual que otros artistas el exponer y vender su trabajo, ya que tuvieron que estar confinados y ahora que están saliendo invita a la gente a visitarlos a un costado del Teatro Degollado en el centro de Guadalajara.
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Recordó que empezó hace más de 30 años, cuando no existía la plaza, estaba derrumbado y había maquinaria, “parecía que estaba bombardeado” y hoy es muy diferente, indicó en entrevista con El Occidental.
El arte que realiza es pintar paisajes, mar, el campo, así como edificios históricos de Guadalajara como la Catedral Metropolitana, el Teatro Degollado y el Instituto Cultural Cabañas en miniatura, en cucharitas y charolitas. Los precios varían de acuerdo al trabajo y van desde 20 pesos, 40 y hasta 100 pesos.
“La pandemia nos pegó a todos y fue difícil salir a vender de nuevo, por eso le pido a la gente que nos visite, no hemos dejado de trabajar, de producir arte”, manifestó don Francisco ”No nos abandonen, no nos dejen, vivimos del arte , del arte urbano de nuestra ciudad”.