El “pecado” de ser oposición y universitario lo pagan sus colaboradores y al menos 98 ya están en la cuerda floja, aseguró el consejero Ciudadano del Consejo de la Judicatura, José de Jesús Becerra y el único argumento que le dan el resto de sus compañeros es “porque somos mayoría”.
Dijo que es un hecho sin precedentes dentro del Consejo de la Judicatura en donde no se dan argumentos para no renovar o contratar al personal que requiere para sacar adelante el trabajo que llega a su oficina y literalmente “me dejaron solo”, indicó.
“He tenido que afrontar toda clase de atropello y también la gente que ha confiado en nosotros y acepto formar parte de este equipo de trabajo, jamás imaginé llegar q un sitio en donde fuera tan incómodo disentir”, ya que toda propuesta que hace se la rechazan ya sea en la parte administrativa, asesoría o de mantenimiento.
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En ese sentido aseguró que “pensar diferente se paga caro en el Consejo de la Judicatura” por lo que decidió hacer público de nueva cuenta que se despide trabajadores sin causa justificada y esto inició desde mayo pasado, ahora están en la cuerda floja 49 por el simple hecho de que él las propone.
Ante todo este escenario es que decide acusar a todo el Poder Judicial si le sucede algo a él, a su familia o personas cercanas ya que no confía en nadie de ese poder constitucional.
“Es lamentable ver que tantas personas sean despedidas pese a que reúnen los requisitos, existe el presupuesto de sus plazas, son perfiles idóneos, no tienen sanciones administrativas que empañen su actuar, cada uno son despedidos sólo por el hecho de haber sido propuestos por mi, es decir, es pecado ser propuestos por un universitario”, indicó.
El consejero dijo que todo esto son actos de represalias a sus orígenes y pese a que la ley le autoriza para contar con el personal que requiere para sacar adelante su trabajo, se le niega de forma sistemática y ante esta situación y la evidente acumulación de trabajo acusa a los integrantes del Poder a judicial de ejercer presiones inadecuadas y quizás utilicen ese rezago en sus dictámenes para pedir que lo cesen.