En Jalisco al día 48 niñas y adolescentes son mamás. Antes por soledad y violencia familiar tenían relaciones sexuales, ahora a su corta edad desean tener un bebé aunque no identifican que son víctimas de violencia por parte de su pareja. Ellas dejaron de cargar un libro de texto de primaria o de secundaria por traer entre sus brazos a un bebé. Saben de métodos anticonceptivos y a dónde ir para tener información sobre salud sexual y reproductiva, pero el miedo y la vergüenza las invaden y sin dinero quedan embarazadas.
Abrazar y cuidar a un bebé en brazos a los 8, 9, 12 y 14 años enciende los focos de alerta en la entidad debido al impacto negativo en su entorno familiar, social, educativo, de salud, labor al y económico. En territorio jalisciense en los últimos tres años mil 161 niñas entre 10 y 14 años tuvieron un bebé de acuerdo con datos del Instituto de Información Estadística y Geográfica del Estado de Jalisco (IIEG). Sin embargo en la actualidad no hay una política pública de seguimiento integral ni de salud materno infantil solo datos cuantitativos generales.
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Mamá a los 8 y 12 años
Ser mamá a los 8 años nadie lo espera ni se imagina, ¡pero sucede! En agosto del 2022 el Nuevo Hospital Civil de Guadalajara (NHCG) “Juan I. Menchaca” atendió a una docena de niñas mamás entre 8 y 10 años, dando p arte al Ministerio Público.
“La de ocho años fue el año pasado, fue un caso excepcional porque la más chiquita que habíamos tenido era a los die z años, sí es violencia y sí es agresión, pero son niñas que están más maduras, más despiertas y aceptan tener relaciones sexuales. Todo esto se tiene que dar aviso al Ministerio Público”, señaló la coordinadora del Centro de Atención a Adolescente Embarazada del Nuevo Hospital Civil de Guadalajara “Dr. Juan I. Menchaca”, Hiliana Patricia Romo Huerta.
Las parejas de estas niñas adolescentes son similares o son cuatro años más grandes que ellas. La médica pasante del Hospital Civil, Angy Bedoya Pulido recordó el caso de una chica de 11 años, su pareja tenía 12 años, ambos estudiaban la secundaria y quedaron embarazados en su primera relación sexual.
“De la misma escuela fue por voluntad de ella, sabía lo que estaba haciendo, ella conocía los métodos anticonceptivos con los que se podían cuidar; al momento de la cesárea estaba asustada, solo sabía que su pareja tenía doce años y el nombre, se veía como un acto más inocente, pero con las consecuencias de tener un bebé”.
La médica menciona que las niñas saben de los métodos anticonceptivos, pero no los usan, además buscan ser mamás: “Me dicen que tienen una buena relación con su p adre, en la escuela que les gusta, solo se embarazaron porque lo deseaban, ósea su embarazo es planeado. Preguntándoles ´¿tú hablaste con tu pareja previamente? Si, lo hablamos, platicamos, lo analizamos y decidimos tener un hijo’. Entonces sí sorprende porque uno creería que sería por una mala educación en casa”.
Abandonan libros por bebés
Las niñas adolescentes abandonan la primaria y secundaria, y su entorno social porque ahora serán nueve meses cursando un embarazo a sus 11 y 15 años, sin un educador a su lado, este es rango de edad donde se registra el mayor número de nacimientos.
Un embarazo en esta edad puede ser complicado debido a los cambios fisiológicos que comienzan a tener, su estructura anatómica y psicológica. Para la especialista Hiliana Romo esta etapa de la v ida es esencial y en donde las políticas públicas deben enfocarse para prevenir un embarazo. Una semana antes de cumplir 15 años, Esther L. tuvo entre sus brazos a Samy: “Mi embarazo fue difícil, me la pasé con vómitos y dolor de cabeza, no me daba hambre, me dio anemia, estuve a punto de perder la vida” así resume sus nueve meses. De su cuerpo no habla, no sabía que a esa edad era complicado y peligroso tener un bebé “Mi familia dio el grito en el cielo, me dijeron que era una niña para tener un niño, que mi cuerpo apenas estaba formándose, que, qué iba hacer yo con un bebé a mi edad. Recuerdo que solo lloraba y lloraba”. Era la primera vez. No pensaba tener un bebé, pero sí estar con su novio, la intimidad se dio “ninguno de los dos planeamos tener un bebé o casarnos, teníamos apenas tres meses de novios y antes de concluir primero de secundaria ya estaba embarazada, me salí de estudiar”.
La diferencia de edad entre Esther y su pareja es de seis meses: “Nos conocimos en la secu, cuando tuvimos relaciones fue por sentir, no imaginamos que seríamos papás, no usamos ningún método anticonceptivo. A los dos meses me hice una prueba de orina y salió positivo y luego de sangre, lo pagamos con los ahorros que tenía Mario para comprar una bicicleta”.
El primer trimestre del embarazo de Esther fue difícil: “En mi casa me corrieron y me fui a la casa de los abuelos de mi pareja, ellos me recibieron bien, aunque mi salud era delicada”. Samy nació en noviembre del 2020, una semana antes de que ella cumpliera 15 años. En diciembre, Esther cumplirá 18 años, y solo faltan dos meses para tener su segundo bebé, en noviembre.