Ante la crisis de combustibles los tapatíos “olvidan” sus vehículos particulares en sus cocheras y eso se aprecia en avenidas como Lázaro Cárdenas, la cual a las llamadas horas pico es imposible circular a más de 20 kilómetros por hora, este miércoles parecía día festivo ya que prácticamente estaba vacía, al igual que las laterales.

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Al ser una de las principales cualidades que cruzan la ciudad desde Tonalá hasta Zapopan, todos los días Lázaro Cárdenas es prácticamente un enorme estacionamiento desde el nodo Revolución hasta Cruz del Sur, así como desde el puente que inicia en la carretera a Chapala frente al fraccionamiento Revolución, en estos días de crisis prácticamente los tapatíos dejaron sus autos buscaron otras formas de movilidad.

En un recorrido por la zona, cerca de las nueve de la mañana y que aún es considerada parte de la llamada hora pico, está avenida lucía desacierta desde esos puntos hasta la avenida Colón en donde la circulación se hacía un poco lenta pero nos se detenía.

Chécalo:

Incluso las unidades que circulan por la lateral desde la zona de El Álamo Industrial hacia Plaza las Torres, pudieron hacerlo sin ningún tipo de retraso ya que no camiones de carga, lo cual es una estampa cotidiana, circulaban a esas horas, sin embargo en donde sí había un poco de complicaciones era en las inmediaciones de las estaciones de servicio ya que ahí las filas de autos eran de hasta cuatro cuadras.

Asimismo, la sorpresa para los automovilistas que aún tienen el poder del tanque lleno, observaban que hasta la avenida González Gallo desde su inicio en la carretera a Chapala estaba prácticamente vacía una vez que se pasaba la calle de Parras ya que ahí hay tres estaciones de servicio que generaban caos vial, pero superado el punto el camino estaba despejado.

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Esta avenida regularmente se complica entre el Parque González Gallo, poco antes de la calle Salvador Chávez hasta la de Héroe de Nacozari, en donde la circulación por momentos se torna a vuelta de rueda, en estos días de escasez de combustibles luce como en sus mejores tiempos en donde era considerada como una calle de circulación continua.

Así las vialidades en tiempos de crisis, los tapatíos dejan sus autos para mejores épocas o sólo para cuestiones de emergencia ya que en estos momentos la gasolina y el tanque por arriba de la mitad de su capacidad, valen oro.