Decanto mi balada muerta compuesta en Chile, a orillas de un desierto. Consignó una joven poeta ante manifestantes, chilenos, chilenos adoptados y mexicanos, que luego marcharon y aplicaron el cacelorazo, en un fuerte mensaje fue enviado al gobierno de Chile, para que cese la represión.
Se hizo la reflexión de cómo lo que se ha consignado a nivel internacional “Esto no es una guerra…” y en cambio es un pueblo vivo, “que le chinga bonito a diario” a cambio de “no tener servicios sociales, ni una vida digna y contribuir con sus impuestos a un país que no tiene memoria”.
Chécalo:
¡El “Ya basta!” -consignaron- es el himno más bonito, es la respuesta a gobernantes corruptos.
Es la voz de manifestantes espontáneos que decidieron acudir a la manifestación que comenzó frente a la Catedral y marchó por la avenida Juárez hasta la explanada enfrente del Ex Convento del Carmen, aplicando en ese momento el ruidoso y protestante cacelorazo, uniéndose a los chilenos “que por primera vez decidieron salir a las calles, alzando su voz, gente que por primera vez se atreve a decir: Ya basta. Sigue la esperanza y no muere la resignación”.
Andrea Ornelas es mexicana y se solidariza con el pueblo de Chile. “Solo estuve diez días, regresé el 15 de octubre, dos días antes del Estado de excepción” y narró su visita al museo de los derechos humanos, que en su inicio empieza con el Día del Golpe de Estado -militar- y destacó también un poema en la sección de desaparecidos de Chile -como lo hay en México- se llama hueso: “Curiosa es la persistencia del hueso, su obstinación es luchar contra el polvo, su resistencia es convertirse en cenizas, la carne es pusilánime; recurre el bisturí a ungüentos y a otras máscaras que tan solo maquillan el rostro de la muerte, tarde que temprano será polvo la carne, castillo de cenizas barridas por el viento; un día la picota que excava la tierra choca con algo duro, no es roca ni diamante, es una tibia de fémur, unas cuantas costillas, una mandíbula que un día habló y ahora vuelve hablar, todos los huesos hablan pena, acusan, alzan torres contra el olvido, trincheras de blancura que brillan en la noche. El hueso es un héroe de la resistencia”, verso de Oscar Hahn.
La manifestación terminó en una serie de gritos “¡Viva Chile, Viva México! y ¡Viva Latinoamérica Unida!”.
Ya frente al Museo de las Artes MUSA se dio una sesión informativa donde se destacó que hay más de 400 heridos por arma de fuego, diez de ellas muy graves, pero además 20 muertos. “Queda claro que la dictadura nunca terminó”. destacó un ciudadano chileno que ha estado en distintas manifestaciones en Tlatelolco, en Ciudad de México, y ahora en Guadalajara; agradeció al pueblo mexicano su solidaridad.