La transición del modelo económico en México, que pasó de la sustitución de importaciones a la economía globalizada, trajo consigo aumento en la riqueza del país, pero también mayores desigualdades económicas, exclusión y problemas sociales, dijo Gilberto Guevara Niebla, director del Instituto de Investigación Educativa de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
“La educación se ha visto desafiada bajo el marco de la economía globalizada por demandas de signo opuesto, por un lado se le pide a la educación que ofrezca respuestas lúcidas a los cambios asociados con la revolución tecnológica, por otro se le pide que atienda la cuestión social y cumpla para todos el derecho humano de ofrecer a cada persona educación de calidad a lo largo de la vida”.
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Criticó el gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, asegurando que tiene visión de un militar, faccioso y partidario, con una idea “mezquina” de la política y también ha impactado en la educación, debido a su política de austeridad.
“Su obsesión personal por acrecentar su imagen pública, su prejuicio contra la modernidad, sus inclinaciones religiosos y su estilo populista de gobernar han guiado su intervención en educación. Su rechazo a las élites intelectuales, al conocimiento experto, a los científicos, a los académicos y a las clases medias en general lo proyectan como un enemigo de la ilustración”.
Señaló además la cercanía del presidente de México con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y los recursos que han otorgado para las escuelas normales, que son las encargadas de la formación de docentes en el país.
“La educación pública está inmersa en una crisis difícil de remontar y las dificultades que enfrenta son productos en mi opinión del efecto combinado de tres circunstancias: la crisis histórica, la crisis causada por la pandemia y la política regresiva que ha aplicado el gobierno actual en el sector educativo”.
En el caso de crisis histórica, se refirió a las últimas tres décadas, donde se expandió de manera acelerada en la matricula, con bajos resultados de aprendizaje y sobre la crisis a causa de la aparición del coronavirus, lo único destacable, dijo, fue el modelo de educación híbrido, pues provocó alrededor de 5.2 millones de estudiantes que desertaron en medio de la pandemia.
Presente en la conferencia, el rector general de la UdeG, Ricardo Villanueva Lomelí, agregó que las universidades tienen mucho qué contribuir a la mejora de la educación básica y desde el Instituto de Investigación Educativa “con la investigación, pero sobre todo desde la acción y el impacto social contribuyamos de menos manera al éxito de nuestro sistema educativo nacional”.
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