El cierre de tribunales de justicia tradicional ante la pandemia, hizo que se volteara a ver a la justicia alternativa y solo en el Centro Público de Prestación de Servicio de Métodos Alternativos Número 156, ubicado en el Centro Universitario de Ciencias Económico y Administrativas (CUCEA), tienen resultados positivos.
Así lo dio a conocer Sandra Guillermina Paredes Baltazar, directora del Centro Público de Mediación Número 156, pues en los tres años que lleva funcionando han otorgado 382 asesorías y 90 mediaciones, en tanto que hay 18 asuntos concluidos en juzgados y 34 convenios ante el Instituto de Justicia Alternativa.
“Por la pandemia tenemos muchos asuntos de atención psicológica y varias instituciones que nos apoyan… Los asuntos que nos llegan tienen que ver un poco con esta situación de atención en crisis y depresiones”.
Te recomendamos:
Explicó que la mayoría de los casos tienen que ver con cuestiones familiares, aunque también han atendido asuntos de materia civil, mercantil, laboral y hasta vecinal.
En ese sentido, el coordinador de la maestría en Resolución de Conflictos del CUCEA, Jorge Antonio Leos Navarro, informó que abordan temas relacionados con derechos humanos, perspectiva de género, prevención de violencia, cultura de paz y métodos alternos de solución de conflictos y que ya planean abrir un doctorado en la materia.
“La justicia alternativa definitivamente tiene grandes beneficios, tanto desde el punto de vista social, porque no se plantea como un conflicto o controversia donde alguien gana y alguien pierde, sino que se sientan a negociar y buscar una solución conjunta, así como el impacto económico, tanto en lo monetario, como en el tiempo”.