Todos alguna vez hemos escuchado una linda melodía que proviene de una caja mágica de madera y metal, que con una manija y una bolsa de aire producen un sonido peculiar, se trata de los famosos organilleros.
Ser organillero es una profesión llena de historia y tradición, ya que recorren las calles de la ciudad desde a finales del siglo XIX llenando de música cada rincón de nuestra ciudad.
Tal es el caso de Erick Dichi y Brandon Beltrán que han sido organilleros desde los 11 años siendo así una profesión familiar, con ellos es la cuarta generación.
Erick Dichin comenzó en la profesión por tradición familiar y necesidad, sí ha trabajado en otros lugares, pero siempre regresa a esta profesión por cariño y por los horarios flexibles, ya que también está estudiando.
Más de ocho horas bajo el sol o sufriendo los cambios climáticos Erick y su compañero Brandon siempre salen a ambientar las calles de Guadalajara con una sonrisa en su cara y la mayoría de veces con su melodía “Volare” una canción tradicional alemana.
“Aquí en Guadalajara solo existen ocho organileros en total y cuatro organillos en todo el Estado y solo laboramos en el Centro de la ciudad ya que mi bisabuelo así nos acostumbró y es en donde hay más gente, más turistas y se puede disfrutar de ese folclor. Es muy difícil encontrar un organillo en renta ya que la mayoría pertenece a familias”, comentó Erick.
Chécalo:
“Somos pertenecientes a una red mexicana de organilleros, el cual tenemos que registrarnos en la Ciudad de México donde hay más trabajadores de esta profesión, en todo México existen alrededor de 275 organillos y organilleros aproximadamente 500 registrados, ya que por lo regular el organillo hay que compartirlo por turnos”, agregó.
El abuelo de Erick es el dueño actual de los cuatro organillos que hay en el Estado, a cada uno de los trabajadores se les cobra una renta simbólica de 250 a 200 pesos diarios.
Que, si bien las ganancias no son estratosféricas, el dinero es tan solo uno de los motivos por lo que reproducen el oficio que aprendieron en casa: “Es lo que la gente nos pueda dar, desde tres pesos hasta 70 pesos, es dependiendo, los turistas extranjeros son los que más dan, pero siempre sale para vivir dignamente y seguir con los estudios”.
¿Por qué el famoso mono o changuito Cilindrero?
Se le conoce como el mono cilindrero y era de raza capuchino o mono araña, ya que era un animal muy fuerte y con la mentalidad similar a un humano y era usado para arrastrar un carrito cargado de tres cilindros musicales, para así poder estar variando las melódicas del organillo, algunos también eran entrenados para poder recolectar el dinero que la gente les daba.
¿Quieres saber cómo funciona el organillo? No te quedes con la duda reproduce el siguiente video:
Conoce la historia de los organillos
- Los organillos son de origen alemán, los primeros solo se tocaban canciones europeas
- Los organillos llegaron aproximadamente a México en 1910 antes de la revolución mexicana, el uniforme tiene que ver mucho sobre esa época ya que eran contratados para llevar música a los revolucionarios y es así que tomaron el apodo “Los dorados de Villa”
- La mayoría de las canciones que escuchamos son revolucionarias como “30-30”, “Adelita” y “La carabina”, canciones populares mexicanas.
- Aparte de tocar en las calles, los organilleros también eran contratados en circos y ferias.
Con información de Alejandro Lopez| El Occidental