El arte tiene rostro de mujer. La innovación y creatividad caracterizan a Blanca Elia Núñez, quien a través de sus manos diseña muebles rústicos del Siglo XVIII, XIX y tipo barroco.
Para ella, la Galería Santa Eduviges, ubicada en Tonalá es más que un negocio, es su vida y su espacio íntimo en donde puede exhibir sus diseños y terminados exclusivos en madera labrada, tallado de hoja de oro y de plata.
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Sentada un sillón rústico tallado y dorado con pan de oro, tipo barroco, Blanca recuerda que inició con sueños y pesadillas, sin imaginar que a dos años de la pandemia Covid-19 su arte cada vez se extiende por todo el país y el extranjero.
Ella tiene cinco años trabajando la madera labrada, y dos años con la Galería Santa Eduviges, a un par de días de que abrió sus puertas el Gobierno de Jalisco anunció el cierre de todo tipo de actividades debido a la pandemia, y aun así el negocio siguió diseñando muebles y terminados.
A Blanca la caracteriza su sonrisa y sus ojos brillan cada vez que describe la forma en como sus manos transforma la madera en verdaderas obras de arte plasmadas en el diseño de los muebles de época.
Durante este tiempo no ha sido fácil, inició con sacrificios, estafas, robos “pero aquí estamos, bendito Dios nos cayeron clientes muy buenos que nos ayudaron a levantarnos después de que nos robaron un dinero para una inversión que hicimos, pero aquí estamos seguimos nosotros de píe”.
Con el ímpetu de sostenerse, narra que en el 2020 luego de que fue estafada con más de 60 mil pesos al comprar muebles para hacer el diseño y terminado tomó la decisión de tener su propia fábrica.
“Eran unos michoacanos ya no, nos contestaron, nos amenazaron ya lo dimos como perdido, pero en ese tiempo Dios dijo les voy a dar chance y nos mandó un cliente que nos ayudó mucho, compró mercancía, reparamos piezas y entonces recuperamos algo de lo que habíamos perdido”.
A Blanca nada la detiene, organiza su tiempo para atender los quehaceres del hogar, apoyar a sus dos hijos en sus estudios y a su esposo, así como estar supervisando el trabajo que se hace en la fábrica de muebles, su espacio de diseño y la Galería, así como la promoción en las redes sociales.
Algunas de sus creaciones son exclusivas, sin embargo, en el mundo del arte de muebles, el derecho de propiedad intelectual se esfuma, de la noche a la mañana el diseño ya fue imitado.
“Nada es excluido, sacas una pieza, sacas un diseño, te quebras la cabeza para hacerlo y en tres días ya el vecino ya lo tiene. En Tonalá nada es exclusivo, tratamos de tener piezas diferentes y de repente la encontramos en alguna otra galería, pero decimos que nosotros la sacamos primero, tratamos de tener lo más comercial”.
“Todo es labrado en madera o tallada depende del diseño, lo plasmamos en hoja de oro y en la hoja de plata, metemos algo de lo que es parota con laca con diferente terminado”.
Las mujeres como Blanca Elia se van empoderando en lo personal y profesional, sin embargo, aún se enfrentan a los obstáculos económicos y más en un espacio tan competitivo en donde predomina el hombre.
“Se siente uno presionado, no nada más es la galería es estar al pendiente del local donde tenemos la exhibición, es estar al pendiente que no se termine lo que necesitas para terminar la mercancía, todo lo que son productos químicos, y luego a parte que la casa, que los hijos que el marido, porque mi esposo trabaja. Él tiene su trabajo y yo estoy a cargo del taller y de la galería”.
Aunque, dice tener el apoyo por parte de su esposo, menciona que hace falta que el Estado y el municipio brinde facilidades hacia las mujeres tanto en financiamiento como en promover las obras de artes que realizan.
“El gobierno no nos apoya ni el municipal ni estatal, ahora si que nos rascamos con nuestras propias uñas, de hecho, ni de publicidad nos han ayudado a hacer, ya lo hemos requerido muchas veces en el ayuntamiento”.
Lamenta que el Ayuntamiento brinde más apoyo a los negocios que están en el centro de municipios, que a los fabricantes de muebles ubicados en la Avenida Tonalá.
Hay momentos de reflexión para Blanca, pero siempre encuentra la mejor actitud para continuar a lo que describe amor al arte: “Digo auxilio, pero me digo quién me va a ayudar solamente yo y tengo que salir adelante es mi negocio y tengo que sostenerme”.