Con un agradecimiento por su visita a las colonias de Guadalajara, así se despidió a la virgen de Zapopan en su regreso a su Basílica y en donde el obispo auxiliar de Guadalajara, Ramón Salazar Estrada, deseó un buen retorno a su casa, tras hablar de cómo se dio el proceso de visitación.

Cientos de católicos de todas las edades, enfermos, descalzos o con pleno goce de salud se reunieron tanto en el exterior como en el interior de la Catedral Metropolitana para ser parte de la procesión y así agradecer los favores hechos por “La Generala”, sin importar lo fresco que estuvo la madrugada y la mañana.

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Poco después de las seis de la mañana la Virgen zapopana salió de la Catedral y fue colocada con calma en su carruaje, que este año prácticamente fue descubierto y permitía a todos los fieles poder apreciarla mejor, rezarle, renovar su hitos y pedirle su intercesión para mantener su salud y la de sus familiares.

Así a un buen paso comenzó el andar y en cuanto estuvo por la Avenida Juárez prácticamente no se detuvo, ya que se estimaba la llegada a Zapopan que fuera a las 10 de la mañana y así evitar parte del calor que generara el sol.

En el camino, cerca de la Avenida Enrique Díaz de León, el cardenal Francisco Robles, ya la esperaba para poder incorporarse a la comitiva, desde ahí llevarla hasta Zapopan y ser testigo de la fe de miles de personas de Jalisco y otras parte del país.

En broma mencionó que ya estaba listo para la larga camina que desde ahí era de alrededor de siete kilómetros y para lo cual ya había hecho calentamiento y tener lesiones en caso de apresurar el paso.

Pero también dijo que la Romería “bendito Dios todo muy bien, comenzando desde ayer en la misa de Patrocinio, muy buena asistencia, con mucho orden, mucho fervor y esperamos que así se desarrolle toda, hasta el momento me reportan saldo blanco” y aún no le informaban de la asistencia pero esperaba que por ser sábado esperaban un buen número de fieles.

Sobre la vestimenta de la Generala, blanca con dorado, mencionó que el “blanco representa la paz, la pureza y entonces la virgen lleva en su persona todos esos valores, especialmente la pureza”.

Aunque también hay quienes mencionan que también el color dorado que lleva es por los 400 años de la llegada de los padres franciscanos a Jalisco.

Mientras que la presidenta municipal de Guadalajara, Verónica Delgadillo fue una de las invitadas a la misa de despedida y puntual a las cinco de la mañana arribó al interior para presenciar la despedida:

En su caso ella le pidió que estos tres años “que voy a estar al frente de la ciudad me permita consolidar a Guadalajara como esa ciudad que cuida a la gente, que cuida a todos y se logre contagiar a los tapatíos para que ellos también cuiden Guadalajara”.

Así miles de personas caminan a los costados o como parte de los contingentes de guardias, danzantes y elementos de seguridad en los más de nueve kilómetros de recorrido y sin importar si se durmieron toda la noche, si madrugaron para tener un mejor sitio, si hacía frío o estaban medio dormidos, el común denominador de todos era la fe hacia “La Generala”.

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