Con mariachi, comida y una misa de gracia en el templo de Nuestra Señora del Tepeyac en Zapopan, decenas de personas se dieron cita para celebrar el cumpleaños número 100 de la señora Esperanza Gutiérrez Aguilera.
Arropada por 6 generaciones que incluyen 14 hijos, 35 nietos, 71 bisnietos, 19 tataranietos y 1 chozna la señora Esperanza habló con El Occidental y reveló el secreto de la vida para llegar a su onomástico número 100.
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“Tener una vida sana, comer, dormir y no beber además de entregar mi vida a dios es lo que hoy me tiene aquí con mi familia y con mis nietos que tanto amo, llegar a 100 años es una dicha que me da mi señor dios al que tanto le debo”, indicó Esperanza Gutiérrez Aguilera, cumplió 100 años.
Nacida en el año 1923 originaria de la ciudad de México pero con más de 75 años radicando en Zapopan doña Esperanza se ha convertido en un icono de la colonia Tepeyac ya que ayudó en la gestión y fundación del templo de Nuestra Señora del Tepeyac en el que aún dedica su tiempo como catequista.
Una de sus hijas de nombre Esperanza González dijo que su madre es un ejemplo de vida por ser una mujer que pese a enfrentar retos complicados en su vida siempre mostró la mejor actitud.
“Es una mujer que nos ha enseñado realmente lo que es saber sacar provecho de la vida en las buenas y en las malas”, relató Esperanza González, hija de mujer de 100 años.
Dedicada generalmente al hogar, su familia y la religión, doña Esperanza mantiene el buen sentido del humor y los mejores consejos para sus seres queridos, lo anterior la mantiene como el pilar de la familia y que a decir de su nietos también a la comunidad.
“No se puede describir con palabras porque es mucho lo que hace mi abuela por la familia ella es la que nos mantiene unidos y no nomás a la familia si te fijas toda la colonia o mucha gente viene porque la quieren mucho es una piedra angular de esta comunidad”, señaló Gerardo Álvarez, nieto de mujer de 100 años.
Al finalizar la misa doña Esperanza tomó el micrófono para dar un mensaje de fe y agradeció a todos sus familiares que llegan a 140 por la calidez del festejo y deseó llegar a bicentenario con sus hijos, nietos, bisnietos, tataranietos y más choznas.
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