La cirugía plástica, estética y reconstructiva ha alcanzado su mayor "boom" en los últimos años poniendo en grave riesgo la salud y vida de mujeres y hombres que buscan tener la belleza eterna en manos de pseudomédicos. En Guadalajara, Zapopan y Puerto Vallarta ha proliferado el turismo médico estético.
Ante la falta de una legislación que regule este tipo de prácticas decenas de personas llegan a sufrir lesiones corporales graves, todo por alcanzar una “belleza perfecta”. Mientras que en el Instituto de Cirugía Reconstructiva (ICR) da seguimiento a pacientes con severos daños, en la Comisión de Arbitraje Médico del Estado de Jalisco (Camejal) aumenta el número de quejas por este tipo de prácticas.
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De acuerdo con datos del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva (CMCPER) al año a nivel nacional se registran al menos ochos decesos como consecuencia de un procedimiento estético. Es el caso de Luz María y Nayeli, quienes perdieron la vida al someterse a una cirugía de liposucción y de lipoescultura en abril de 2022 en una casa habitación en Zapopan y en mayo de 2023 en un inmueble en Tepatitlán, respectivamente, a manos de falsos médicos en la entidad.
Entre las complicaciones y principal causa de mortalidad en este tipo de intervenciones es el tromboembolismo pulmonar, asociado a trombosis venosa profunda; otras de las causas son por intoxicación debido al anestésico local, hipotermia inadvertida, paro cardiaco y derrame cerebral por mencionar.
Han pasado 24 años de uno de los episodios más doloroso para mil 500 mujeres que sufrieron graves daños en su cuerpo por una pseudoespecialista donde al 85% de las pacientes se tuvo que amputar los senos, piernas y glúteos; hay otra que aún siguen bajo tratamiento. Los casos fueron documentados por El Occidental en su momento.
Una historia que se repite año con año sin una legislación firme que regule este tipo de prácticas. La especialista en estudios de género de la Universidad de Guadalajara (UdeG) Candelaria Ochoa, quien hizo un análisis junto con otra colega sobre “Los imperativos de la belleza y el dispositivo médico”, narra la experiencia de mujeres que acudieron al llamado “mito de la belleza” y del alza de los precios por una cirugía año con año.
Entrevistada ahora como regidora en Guadalajara lamentó la proliferación de supuestos médicos para corregir “los defectos de la belleza”. “De la belleza estereotipada, de esta belleza como perfecta lo que hemos visto y desde que hice la investigación es que se arriesgan por una cosa muy pequeña y su vida está en gran peligro”. Una chica al quitarse unos gramos de grasa en la cintura tuvo derrame cerebral o los casos recientes de muertes, ante estos casos se pronunció por una legislación y establecer normas que regulen este tipo de procedimientos.
“La cirugía estética no está normada. ¿Cuáles son las normas y las penas por este tipo de accidentes? es muy fácil decir ‘ella vino’, ‘ella quiso’, pues no, el problema es cómo se atreven hacer ese tipo de cirugías alguien que no esté certificado”, subrayó la regidora. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) ha identificado un crecimiento en la prestación de servicios de cirugía estética a través de establecimientos o locales privados sin que cuenten con los avisos ni las autorizaciones sanitarias conducentes.
En días pasados el organismo federal emitió un comunicado en el que advierte el riesgo acerca de personal médico egresado del Instituto de Estudios Superiores en Medicina S.C (IESM) y la Universidad del Conde en donde se ofrece la maestría en medicina estética, advierte que están involucrados en daños graves a la salud e incluso la muerte dentro de hospitales privados, los cuales realizan procedimientos de cirugía plástica, estética y reconstructiva sin contar con la certificación debida”. En el comunicado se hace un llamado de alerta.
“Ello no los faculta para realizar procedimientos médicos quirúrgicos de especialidad en cirugía plástica, estética y reconstructiva, como lo establece la legislación sanitaria vigente”. En el territorio jalisciense cada vez son más las personas que acuden a realizarse una cirugía estética. La perla tapatía se coloca como e primer mercado de la belleza, seguido de Tijuana, ciudades que están en la mira de las autoridades sanitarias federales. En el último reporte de la COFEPRIS en 2018 sobre estos establecimientos de servicios de cirugía estética y belleza, identificó 26 lugares en Jalisco en el que hubo suspensión de actividades, irregularidades y aseguramientos.
El mayor número de clínicas con este tipo de prestaciones de servicios que fueron suspendidas y aseguradas fue en Puerto Vallarta, Zapopan y Guadalajara. Y con menos espacios Tlaquepaque, Tonalá y Tlajomulco de Zúñiga. Una situación que preocupa a Colegios e instituciones encargadas de atender a las y los pacientes que sufren severos daños en su cuerpo donde ocho de cada diez son mujeres.
En los últimos años en el Instituto de Cirugía Reconstructiva aumentó el número de pacientes que sufren algún tipo de secuelas graves que llegan a ser permanentes, producidas por personas sin una debida preparación en esta especialidad.
Silicones, aceites minerales y otros
El director Ignacio González García, advierte: “Tenemos lesiones que van desde alteraciones de la locomoción por infiltrar polímeros y a veces no sabemos qué sustancias son. Se han identificado desde uso de silicones industriales, aceites automotrices, minerales, comestibles una serie de polímeros que son bastante dañinos y que en ocasiones tienen reacciones sistémicas, alterando la función de órganos vitales como es el riñón”.
Desde 1999 a la fecha acuden mujeres con daños severos en su cuerpo: “Al ir en incremento se convierte en un área de oportunidad para muchas personas que sin tener la debida preparación y acreditación y los conocimientos pertinentes en la materia se dedican a ofrecer este tipo de cirugías”.
Se atienden a pacientes con diversos daños al sufrir infiltraciones faciales para aumento de labios, región de pómulos y mentón, en mamas y glúteos con sustancias que generan deformidades. “Todos con esta misma característica con problemas de filtraciones de todas estas sustancias que son ajenas al cuerpo (...) son procedimientos que tienen cierto grado de complicación, alguna de las líneas de incisión esas podemos intervenir con un mejor pronóstico, pero no así con un buen resultado cosmético”, anotó González García.
En 2019 y en el 2020 año de la pandemia Covid19 hubo un alza de pacientes quienes tuvieron secuelas irremediables: “Una secuela funcional y que a veces no son sujetas a ser revertidas que causan o generan un daño permanente van desde desenlaces fatales o fatales como son las funciones”.