Al estar en una zona altamente sísmica siempre tendrán acontecimientos de esta magnitud que generan crisis nerviosas, desesperación y una serie de emociones que se colapsan en el momento y ante el temor de la incertidumbre de lo que pasará.
En 1985 fue la prueba de que no se estaba preparado para poder afrontar un fenómeno de la naturaleza, incluso se vio en la forma de construir las viviendas muchas de ellas sin los cimientos adecuados y en ese tiempo la mayoría estaban edificadas en adobe.
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A la fecha se pueden ver también los efectos generados por una falla geológica que cruza toda la ciudad y por momentos va caminando en una superficie y de repente baja como dos metros, es decir la parte poniente de la ciudad está dos metros más abajo que la oriente.
A casi cuatro décadas la experiencia hizo que los instrumentos de prevención de accidentes tras un terremoto el personal de Protección Civil realiza un trabajo exhaustivo para determinar las zonas de mayor riesgo y cuántas viviendas están dentro de ese polígono de riesgo para que si alguien desea adquirir una casa sepa los riesgos a los que se enfrentará.
“Es un mapeo a partir de las evidencias documentadas que tenemos sobre acontecimientos sísmicos, inundaciones y todo este tipo de fenómenos naturales que acosan a cualquier ciudad para poder ahora sí, cuando se va a comprar un terreno o una casa ya construida ver en ese mapa si hay zonas de riesgo”.
A la fecha en la zona de mayor impacto del movimiento de la tierra aún se pueden apreciar una gran cantidad de viviendas que se reconstruyeron y otras que se edificaron en los predios aledaños a los que sufrieron un colapso.
El cronista de la ciudad José González Castolo mencionó que en 1985 había una gran cantidad de casas hechas de adobe y las que más daños tuvieron desde cuarteaduras leves, a nivel de enjarre, se colapsaron algunos muros o definitivamente se derrumbó toda la vivienda.
Y a pesar de todo esto no se supo realmente cuantas casas se perdieron de forma parcial o total, pero se estima que fue alrededor del 60% de lo que había en ese momento y oficialmente se habló de 30 personas fallecidas.
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A la fecha hay algunos vestigios que muestran las heridas y las cicatrices ya que muchas casas se reconstruyeron pero de una forma diferente y se dejó espacios amplios al frente. Sin embargo con la ayuda internacional otorgada por la Cruz Roja se dio paso a la creación de otras colonias una de ellas con el nombre de la benemérita institución.
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Pero también surgieron la Constituyentes que es la más grande ya que se generaron subcolonias y a ellas se sumaron otras como Solidaridad, Bugambilias, una pequeña colonia que fue auspiciada por la FIFA. Además a la fecha se tiene un detonante poblacional importante en la ciudad que se dio a partir de las huertas aguacateras y de los invernaderos, entonces tenemos mucha población flotante aquí en la comunidad que exige lugares en dónde vivir y eso es lo que ha detonado gran parte del crecimiento de la ciudad ya que hace 38 años se tenían alrededor de 40 mil habitantes y ahora son más de 150 mil personas. Las cifras que dejó el temblor: más de 900 heridos; 33 mil damnificados; 32 muertes; 12 mil personas que rentaban sus casas y las dos calles que resultaron seriamente dañadas fueron Manuel M. Diéguez e Ignacio Mejía.
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