Cierra la empresa Celanese en Ocotlán y con ella una historia

El Rector de UdeG, Ricardo Villanueva, confirmó el cierre de Celanese y la obligación universitaria de renovar la actividad industrial en la región

Víctor Chávez | El Occidental

  · viernes 1 de noviembre de 2019

Foto: Víctor Chávez

Después de 72 años de trabajo, día y noche, las máquinas pararon la noche del 31 de octubre. Fue la última jornada de los trabajadores de la empresa Celanese, 550 para ser exactos, que son liquidados conforme a derecho. Con ello no solo se cierra un capítulo en la iniciativa privada, sino también una empresa que detonó la zona, al grado de que -aún se recuerda con cariño- como es que todos los trabajadores dieron un día de salario para apoyar en la construcción del Centro Universitario de la Ciénega (Cuciénega).

El impacto en la zona es brutal ya que, de esos 550 trabajadores, unos 440 son habitantes de Ocotlán y de ellos dependía un similar número de familias. Ya había dado a conocer la empresa desde el pasado 28 de junio del año en curso la determinación de cerrar como consecuencia de la interrupción de la producción de mecha de cigarro de acetato en Ocotlán.



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Celanese era prácticamente sinónimo de Ocotlán, un municipio de la zona de la Ciénega localizado entre Chapala y la Barca, en la ruta a Zamora, Michoacán.

El ferrocarril tenía estación en el sitio y a últimas fechas paraba ahí solo para llevar materia prima Celanese que junto con la fábrica de Nestlé son icónicas de Ocotlán y su importante fuerza laboral.

Coincidió el cierre con la celebración de los 25 años de la Red Universitaria en el Centro Universitario de la Ciénega con sede en Ocotlán, donde el rector general de la Universidad de Guadalajara, doctor Ricardo Villanueva, tuvo una mención para el cierre de la empresa: “Hoy la población de la Ciénega enfrenta el cierre de una importante empresa transnacional, que durante 72 años trabajó productos de acetato y celulosa, y que generaba 550 empleos”.

Y luego detalló: “Ayer (31 de octubre) a las 10:30 de la noche, trabajó por última vez la planta de Celanese. Y en ese contexto, tenemos que ver, como Universidad y como sociedad, el modo en que vamos a enfrentar la pérdida de una empresa tan importante, que además debemos de agradecerle a todos los trabajadores de esta empresa, que son de las historias bonitas que contar, porque todos los trabajadores de esa compañía donaron un día de su salario para construir este centro universitario”, recordó Villanueva Lomelí.