Sin serenatas, sin mariachi, sin flores, sin reuniones masivas ni festejos en restaurantes y, prácticamente, en aislamiento, así se celebrará este domingo el Día de la Madre.
El miedo a contraer el Covid-19 está latente, incluso hasta sin poder acudir a la tumba de las mamás que se adelantaron en el camino del más allá porque los panteones estarán cerrados.
El festejo será diferente al que se ha vivido en los últimos 50 años y que se ve ensombrecido por el manto de un virus que circula en el ambiente.
Ahora en los festejos en tiempos del Coronavirus, predominarán las videollamadas de dispositivos electrónicos, los abrazos serán virtuales, las felicitaciones a través de mensajes de texto, quizás algunos se aventuren a salir para comprar flores en los pocos puestos que se instalan con el riesgo de ser multados.
El apretón de cuerpos con mamá quedará para mejor ocasión y, es que muchas, de ellas ya son adultas mayores y consideradas como un sector vulnerable, por eso todo mundo pide que este 10 de mayo sí quieren a su mamá no la visiten y no le lleven riesgos.
Pero también están los vendedores de flores, quienes en esta fecha lograban su mejor venta del año, ya que toda su mercancía la lograban colocar, a ellos se suman los restaurantes quienes tendrán espacios limitados o sólo comida para llevar.
A todos ellos se adhieren los negocios de chocolates, los cuales también están prácticamente cerrados por no ser un comercio indispensable.