En los últimos tres años ha aumentado entre cinco y siete pesos el precio del kilogramo de tortilla en Jalisco y actualmente hay establecimientos donde se vende hasta en 21.50 pesos, a diferencia de los 14 pesos que costaba en 2018.
Ese incremento en uno de los productos que forman parte de la canasta básica de los mexicanos, representa el 34.83%, lo que impacta en el bolsillo de los consumidores, sobre todo en medio de la pandemia y con la pérdida de empleos que trajo.
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“Hace tres años el precio del kilogramo de tortilla que teníamos registrado como mínimo era de 14 pesos, después se posicionó en 15, en 15.50, luego 16, 18, 20 y en algunos lugares se puede llegar a encontrar el kilogramo de tortilla en 21.50 pesos”, explicó Héctor Iván Del Toro Ríos, profesor del departamento de Economía, en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara.
De acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el medio urbano el consumo anual per cápita de tortilla es de 56.7 kilogramos y en el medio rural es de 79.5, lo que significa que parte importante del salario mínimo se destina a la compra de tortillas para la alimentación diaria de los mexicanos.
Esto, al considerar que el salario mínimo vigente en el país, salvo en la frontera norte, es de 141.7 pesos y aunque el incremento en el último trienio ha sido el más alto en la historia reciente del país, pues al inicio de gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador se recibió en 88.36 pesos, también la mayoría de productos de la canasta básica han incrementado, tal es el caso del bolillo, que por pieza en 2018 costaba 3.50 y ahora 7 pesos; el frijol, que costaba 32 pesos hace tres años y ahora casi alcanza los 60 pesos por kilo; el kilo de bistec de res, que se compraba en 90 pesos y ahora 167 pesos y el queso adobera, cuyo costo en 2018 era de 90 pesos por kilo y ahora es de 134 pesos.