Turistas que visitan Guadalajara prefieren las calandrias jaladas por caballos. No es competencia, pero son dos paseos a uno, sobre las eléctricas. Y es que las primeras son una tradición, pero además su batalla por subsistir les ha atraído publicidad y más aún que se estaría garantizando su existencia al ser declaradas patrimonio cultural del Estado de Jalisco.
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El documento que les ha dado es posibilidad fue publicado el 21 de julio pasado en el Periódico Oficial del Estado de Jalisco a través de la Secretaría de Cultura a cargo de Myriam Vachez Plagnol.
Dicta el documento que se debe de entender a las calandrias como “Carruajes tirados por caballos para realizar paseos tradicionales por el Centro Histórico de Guadalajara y otros lugares históricos y turísticos de la ciudad”. Su ámbito: Tener usos sociales, rituales y actos festivos, juegos autóctonos y tradicionales. Concluye que la calandria es inscrita en el inventario Estatal del Patrimonio Cultural de Jalisco.
La competencia
Las calandrias jaladas por caballos compiten aún con mucha ventaja sobre las eléctricas, de 110 voltios, que el gobierno municipal entregó en comodato por 99 años a otros calandrieros que decidieron mudar a partir de la discusión que se dio respecto a si se maltrataba o no a los caballos.
De hecho el Ayuntamiento tapatío prohibió el uso de los caballos en ese tipo de carruaje e inició el proceso para sustituir las 55 calandrias que operan en la ciudad. Dicho trámite no se ha frenado y es sólo para quien ha aceptado a hacer el cambio por el carruaje eléctrico.
Jacobo, originario de Tepic, quien visita Guadalajara y en concreto llega a realizar compras a la zona de San Juan de Dios, dice cuál prefiere:
“La verdad vengo de compras, pero aproveché que viene la familia para dar un paseito y pues les pregunté, ¿a cuál nos subimos? Y me dijeron que preferían la del caballo”.
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Asegura que viaja de manera constante por diversas ciudades del país “y Guadalajara es la única ciudad que lo tiene y pues hay que darles esa aventura a los peques, ¿no cree?”
El señor Isaac N. también llegó a nuestra ciudad en plan de turista, procedente de la Ciudad de México, y al respecto comenta:
“No crea, me llamaron la atención las eléctricas, las vimos por un rato, pues para conocerlas, pero preferimos las que tienen caballo; no lo dudo, a lo mejor nos subimos a las dos, pero las de caballo son tradicionales”.
Los mismos conductores señalan que ellos son dos viajes por uno, pero no se trata de competir, sino de atender al turismo de Guadalajara, que ha llegado a colmar la ciudad, “y ya que ellos decidan”.