Tal y como ocurrió en los años 2013, 2014 y 2015 de manera consecutiva así como en el 2019, hoy cuando el presidente municipal de Tlajomulco, Salvador Zamora, hablaba y presumía de una laguna limpia, miles de peces de los llamados popochas y carpas murieron en las aguas de Cajititlán, que hace apenas siete meses fue escenario del paseo de los Reyes Magos.
Los pescadores aseguran que esto ocurrió el fin de semana y de plano este lunes solicitaron apoyo al gobierno municipal para retirar los miles de peces muertos que ya provocan un fuerte y fétido olor. Los acontecimientos se dieron en al menos tres puntos de la Laguna de Cajititlán, por lo que los pescadores con camiones y traxcavos sacaron unas 50 toneladas de pescados.
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Esto se dio en San Juan Evangelista, Tres Reyes y la Noria, y de inmediato comenzaron los cuestionamientos sobre las posibles causas de la mortandad, como es la falta de oxigenación y el arrastre de fertilizantes utilizados en la siembra de maíz y agave, a causa de las lluvias.
El gobierno municipal de Tlajomulco de Zúñiga, al que pertenece esta delegación, junto con autoridades de la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), iniciaron las investigaciones correspondientes.
La asociación de pescadores, que en otras ocasiones han tenido que recibir recursos económicos ante contingencias ambientales, se mostraron contrariados con lo sucedido, más aún cuando habían tenido buena pesca en los últimos tiempos y comenzaban a detectar carpas y tilapias en la zona, además de las llamadas popochas.
Exceso de algas consume oxigeno que requieren peces y es un proceso cíclico, aseguran en Tlajomulco
Al igual que en los años 2013 al 2015 en donde las autoridades municipales de Tlajomulco aseguraron que este fétido escenario es producto de los cambios de temperaturas que generan las lluvias y la escases de oxígeno, por lo que desde su punto de vista este escenario no debe causar alarma. En 2014 fueron 112 toneladas de pescados los que se retiraron y en el 2015 al menos 40 toneladas en igualdad de condiciones.
Mencionaron que el reporte que tienen de “la presencia de popochas sin vida en la Laguna, es importante aclarar que esta situación no debe causar ninguna alarma, pues se trata de un proceso completamente natural y cíclico que anualmente sucede durante los últimos meses” de las lluvias.
Explicaron que esta situación se deriva directamente de la disminución de oxígeno y con la variación de temperatura en la laguna, y en este año la cantidad de agua que ha caído permitió que la misma Laguna de Cajititlán alcance ya el 100% de su capacidad de almacenamiento.
El pasado 7 de septiembre el presidente municipal, Salvador Zamora presumía en sus redes sociales con un video “lo bonita que se la laguna de Cajititlán; le entramos al saneamiento de la laguna y logramos la reducción del 92% de lodos” y agregó que “vamos a continuar haciendo lo que nos toca para disfrutar de las hermosas vistas que nos regala este espacio” y lo acompaña con fotos sin peces muertos.
Además las autoridades indican que es la misma agua de dejan las lluvias las que provocan cambios de temperatura en la laguna, así como el arrastre de nutrientes, lo cual genera la proliferación de algas, que son las responsables de consumir una cantidad de oxígeno importante y el disponible para los peces es poco.