Como en los últimos 14 años, en el segundo domingo de mayo, unos 700 jinetes con sus caballos se reunieron y cabalgaron de Zapopan a Huentitán, para recordar en su fallecimiento al papa Juan Pablo II.

Y el próximo año, esperan, al celebrar los 15 años se harán acompañar de las vírgenes de Zapopan y de Santa Anita.

Ni la vía recreactiva, que rodea a Zapopan cada domingo, pudo evitar que un grupo llegara con camionetas y remolques al centro de Zapopan, para conformar el grueso del contingente que luego creció, conforme avanzó en su paso.

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Al filo de las 8 de la mañana colocaron una ofrenda floral en el atrio de la basílica de Zapopan y enseguida montaron en sus caballos para partir. La ruta fue la siguiente: Avenida Américas, luego por la avenida Ávila Camacho hacia el oriente, para luego salir por la avenida Circunvalación y seguir hacia el nor- oriente por Belisario Domínguez, todo hasta llegar al lienzo Margarito Yáñez, donde terminaron con una misa.

Recorrieron así un total de 8 kilómetros, en honor de Juan Pablo II y que hoy -como se le reconoció- “es Santo Papa”.

José Arellano, uno de los coordinadores de esta reunión, expresó que es una tradición que surgió a los días de que falleció Juan Pablo II, que precisamente pisó tierra zapopana en sus visitas a México.

“Le reconocemos su fe, el contacto con los mexicanos, con los zapopanos y con quienes montamos a caballo”. Adelantó que participaron alrededor de 700 jinetes que se fueron sumando en la cabalgata, a lo largo de 8 kilómetros.

Y adelantó a EL OCCIDENTAL: “Y le adelanto que el próximo año, como dicen, echaremos la casa por la ventana, al cumplir los 15 años pretendemos que la cabalgata se convierta en una gran celebración y en este recorrido de 8 kilómetro nos acompañen las vírgenes de Zapopan y de Santa Anita”, expresó.