Los refranes señalan que la tercera es la buena o que no hay quinto malo, pero en esta ocasión un intento más de repoblar el Centro de Guadalajara que en los últimos 12 años ha perdido alrededor de la mitad de su población, no pudiera ser la mejor alternativa a largo plazo ya que se espera construir al menos dos mil departamentos a los que pudieran llegar más de siete mil personas que demandarán la satisfacción de los servicios básicos.
Desde el 2010, año en el que estaba el tiempo encima para la organización de los Juegos Panamericanos en Guadalajara, un año después se tenía la necesidad de construir una villa para alojar a los atletas, por lo que las autoridades municipales, encabezadas por el entonces presidente municipal tapatío, Alfonso Petersen Farah, consideraron que la zona del Parque Morelos sería la ideal para este fin y para comenzar a traer más gente para vivir en el primer cuadro que se estaba quedando como una zona fantasma al cerrar la cortina diversos negocios.
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Sin embargo la falta de consensos, proyectos económicos de reactivación, de una movilidad adecuada y de servicios básicos de calidad, inseguridad o contaminación, fueron algunos de los motivos por los que se determinó no realizarlo.
Posteriormente llegaron las administraciones priístas encabezadas por Aristóteles Sandoval y Ramiro Hernández y pasaron de noche el tema, pero con Enrique Alfaro la idea volvió a retomar fuerza y los intentos comenzaron primero con terminar el Paseo Alcalde y, posteriormente, en consolidar la Ciudad Creativa Digital y la remodelación del Parque Morelos, línea que siguió el alcalde Ismael del Toro y ahora Pablo Lemus Navarro.
Cabe señalar que este ambicioso proyecto tiene sus ventajas inmediatas y desventajas a mediano y largo plazo, principalmente en la dotación de servicios como agua, seguridad, recolección de basura, seguridad, escuelas, esparcimiento, drenaje, entre otras acciones que no se han determinado a fondo, de cómo se resolverán a cinco, 10, 15, 20 años o más.
Casas "huevito" a precios de oro
La apuesta de las autoridades de Guadalajara y del estado es hacer más casas con menor espacio y a precios más bajos, con el objetivo de que en primera instancia lleguen personas solteras que trabajen en la zona, en especial en la Ciudad Creativa Digital, familias sin hijos y con costos de entre 800 mil y dos millones de pesos por departamento, pero de lo que no se habla es de cómo garantizar la viabilidad de la prestación de los servicios a largo plazo.
En este sentido el presidente municipal de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro, en repetidas ocasiones ha mencionado que el gobierno debe subsidiar estas construcciones para lograr la meta de llevar más gente, ya que según las estadísticas en 12 años el centro tapatío perdió más de la mitad de sus habitantes, provocando el abandono de casas y la proliferación de negocios.
“El costo de la tierra es altísimo, por eso en cada proyecto en la parte baja, estamos obligando a los desarrolladores para que tengan cuando menos el 20% de su edificio con vivienda accesible, es decir, hasta 800 mil pesos y con ello no pagan absolutamente ningún impuesto municipal; la otra parte, el 80% tiene que ser vivienda por debajo de dos millones de pesos y, con ellos, se hacen acreedores a que el 70% del costo de los impuestos municipales no se paguen” en licencias de urbanización, construcción y permisos, entre otros.
Sólo así, aseguró Lemus Navarro, se podrá incentivar la construcción de casas con un valor hasta de 800 mil pesos, pero difícilmente menor a los 600 mil pesos. De ahí la intención de reactivar las zonas denominadas como distritos en las inmediaciones del Parque Agua Azul, La Normal, 16 de Septiembre y Calzada Independencia. En todas estas áreas la idea principal es tener entre mil 200 y mil 500 casas verticales.
Las dimensiones mínimas de construcción son desde los 38 metros cuadrados hasta los 55 metros cuadrados, con una habitación o dos, en donde pueda vivir una persona o máximo tres si es una familia con un hijo, en las que las camas se conviertan en escritorios, con un espacio de estacionamiento (la mayoría de ellos subterráneo) y sin áreas verdes comunes.
Repoblación sin planeación a largo plazo y tierra cara
No todo lo que brilla es oro, ni tampoco todo es comodidad, así se podrían definir los mini departamentos que promueven las autoridades que se construyan en la zona del Centro tapatío para repoblarlo y darle vida social.
Para Gabriela Gallegos, coordinadora de la Licenciatura en Desarrollo Inmobiliario Sustentable del ITESO e Ingeniera Civil de profesión, mencionó que el proyecto tendrá calidad en los materiales que usarán las constructoras.
En todo caso -añadió- se sacrificarán costos en los acabados para poder ofrecer los precios que piden las autoridades para dar los permisos de edificación de viviendas.
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