Sin incidentes graves, sólo miradas con morbo, cientos de fotos para uso personal y arrojando sus ropas al aire como símbolo de liberación ante la estatua de Miguel Hidalgo y Costilla, así concluyó la segunda marcha para promover el cuerpo desnudo como un estilo de vida sano y natural.
A lo largo del recorrido que inició en el cruce de Chapultepec-Niños Héroes y concluyó en Plaza Liberación, las consignas que gritaban aproximadamente 100 personas participantes, casi en su totalidad hombres y pocas mujeres, era sobre acabar con el morbo hacia el cuerpo desnudo y terminar el tabú que aún impera en la sociedad jalisciense.
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A una semana de que realizaron por primera vez este evento en la Ciudad de México, los tapatíos participantes consideran que fue una expresión social abundante, respetuosa y con un objetivo claro.
Mientras caminaban al natural, cargando sus mochilas en donde guardaron su ropa, con tenis y sombreros para evitar quemaduras y grandes cantidades de bloqueador solar, en los restaurantes de Chapultepec la gente que caminaba o que iba en sus vehículos miraban incrédulos esa situación.
Andrea, un de las coordinadoras, dijo que poco a poco logran sus objetivos y que les sorprendió la aceptación en la Capital del país, ya que muchos los llegaron a confundir con el legendario grupo llamado de Los 400 Pueblos y que constantemente sobre la avenida Reforma se manifestaban, también desnudos, es decir, consideran que los capitalinos están más acostumbrados a ver manifestaciones con desnudos.
Aquí la marca insignia y como estandarte de lucha fue el lanzar una prenda de su ropa al aire, rota y, sobre todo, con la doble moral jalisciense, ya que al mismo tiempo que algunos paseantes o curiosos sonreían nerviosos, otros manifestaban abiertamente su oposición al decir “están locos”, “son casi puros batos”, “se están cociendo” y, al mismo tiempo, eran la mano más veloz de Occidente en accionar sus cámaras.
Zutchilt, una de las participantes, indicó que como sociedad esperan cambios, ya que se tienen reacciones interesantes y se ve casi el mismo patrón de conducta de las personas, es lo mismo -sobre todo- en hombres que es muy morboso, es lo que me incomoda que estén con el teléfono”, por lo que pide a la gente que lo deje de hacer, es un movimiento natural para promover el cuerpo como algo natural, sin morbo, sin miradas lascivas.
“El cuerpo es algo bello, natural, la ropa es lo que le da el morbo a las cosas y, desde mi punto de vista, el hecho de que haya tantas violaciones, perversión mental porque al cuerpo lo encerramos en ropa y lo vemos como algo prohibido, pero es eso, normalizar el cuerpo como algo bonito, sea como sea, es algo bello”, mencionó.
Por eso, su principal grito “arriba el corazón, abajo el calzón”, se convierte en su lema natural y que llamó la atención de la gente, además de usar su cuerpo como lienzo para dibujar parte de sus demandas y versos.