Al ser Futuro un partido joven e innovador fueron los elementos que convencieron a Enrique “kike” Díaz para inscribirse en la contienda por la presidencia municipal y ser hasta el momento el único precandidato, a cambio ofrece trabajo constante y resultados.
“Ofrezco trabajo, soy una persona de retos, ideales firmes, ofrezco a toda la militancia y al partido un compromiso real de que vamos a trabajar desde el primer día y que la plataforma e ideología del partido va estar en las calles, que vamos a defender nuestros ideales, salir a convencer a las personas, apostando por una política diferente, de calidad, lejos de la contaminación visual, de los espectaculares y del despilfarro de dinero”, aseguró.
Es decir acercarse con los ciudadanos y poder verse de frente, “hablar con la verdad, ser honestos, un partido plural, incluyente y un espacio de participación en donde la gente pueda ser realmente escuchada”.
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Dijo que al tener un origen como artesano, conoce las necesidades de este sector que ha sido olvidado, sobre todo con grandes carencias tras el inicio de la pandemia y a partir de la cual los dejaron solos y sin ingresos porque debieron de suspender sus actividades por varios meses.
“Soy un tonalteca de 38 años, de familia artesana, tengo 17 años dentro de la administración pública municipal, trabajando en diferentes áreas, soy presidente de la asociación civil Corazón tonalteca que es la que nos ha ayudado a conocer todo el municipio y trabajar con los grupos con mayores necesidades y carencias”, explicó.
Con esos antecedentes es que decidió participar con Futuro porque lo considera un partido joven, “novedoso, con una plataforma político-electoral bastante interesante e innovadora para lo que nuestro municipio requiere y que ha estado totalmente en abandono”.
Sobre la forma en la que se atendió a los artesanos durante la pandemia dijo que no se les dio el apoyo adecuado y está sumamente golpeado por la pandemia, por eso “se requiere voltear a ver al artesano, que se creen apoyos directos, porque está desprotegido” y sus ventas bajaron de forma considerable al bajar también la presencia de visitantes por la pandemia de Covid-19.
No dudó en señalar que “Tonalá se nos está muriendo y el sector artesanal es nuestro pulmón y entonces necesitamos voltear a verlo” para rescatarlo y al mismo tiempo reactivar la economía de miles de familias que viven de esta actividad ya sea en la producción o venta.