El Papa Francisco convocó a una oración en tiempos de epidemia a las 11:00 horas México, desde el atrio de la Basílica de San Pedro, durante la cuarta semana de tiempo litúrgico de Cuaresma.
Durante la oración se recibirá la indulgencia plenaria de los pecados, y las reciben serán quienes se hayan arrepentido de sus faltas, esta gracia la pueden recibir todos los fieles con el padecimiento de coronavirus, los trabajadores de la salud, familiares y a aquellos que se ocupan a cuidar a los enfermos, entre otros.
Se le leyó el pasaje de la Biblia de Jesús calma la tormenta, Mateo 8:23-27:
23 Jesús subió a la barca, y sus discípulos lo acompañaron. 24 En esto se desató sobre el lago una tormenta tan fuerte que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había dormido. 25 Entonces sus discípulos fueron a despertarlo, diciéndole:
—¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo!
26 Él les contestó:
—¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poca fe tienen ustedes!
Dicho esto, se levantó y dio una orden al viento y al mar, y todo quedó completamente tranquilo. 27 Ellos, admirados, se preguntaban:
—¿Pues quién será éste, que hasta los vientos y el mar lo obedecen?
Esto quiere decir que con Jesús a bordo el bote (en nuestro corazón) no se hunde.
En su mensaje invitó a no sembrar pánico sino responsabilidad, a que no apaguemos la llama que nunca enferma y reavivamos la esperanza. Agregó que debemos actuar con hospitalidad, fraternidad y solidaridad así como debemos de cuidarnos y cuidar con la fuerza de la fe.