La doctora Karla Nuño Anguiano, miembro del cuerpo académico Nutrición y Biotecnología en Salud, del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá) y participante en la investigación “Microbiota intestinal en los lactantes según su tipo de alimentación”, señaló que los resultados de la investigación son de que los bebés que se alimentan con leche materna más fórmula, o exclusivamente con fórmula, registran en sus heces fecales una mayor cantidad de enterobacterias, que incluyen Salmonella y Escherichia coli (bacterias que viven en el intestino), que implica a un mayor riesgo de padecer enfermedades como obesidad y diabetes mellitus.
Así como patologías relacionadas con el aparato gastrointestinal, conforme envejece y adquiere malos hábitos alimenticios. También podría desarrollar en el futuro gastritis y colitis.
La investigación la conformaron 49 bebés sanos, recién nacidos, a quienes se les dio seguimiento por seis meses. Hubo lactantes que fueron alimentados sólo con leche materna, otros con alimentación mixta (leche humana y fórmula) y otros sólo con fórmula láctea.
Todos los bebés tuvieron una lactancia materna exclusiva desde el nacimiento, ya que fueron captadas (su mamá) en el Hospital Materno-Infantil “Esperanza López Mateos”, el cual es un Hospital Amigo del Niño y de la Niña.
La investigación, también vigiló la alimentación de las madres durante los seis meses, y evidenció que éstas no tenían una buena calidad dietética, ya que tenían variedad alimenticia.
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La doctora Clío Chávez Palencia, académica del CUTonalá, señaló que las mujeres del grupo de lactancia materna exclusiva tenían el hábito de consumir más frutas, verduras y cereales, mientras alimentaban al bebé; y las de los otros dos grupos, más lácteos y leguminosas.
“La gente cree que las mujeres, mientras amamantan, no deben tomar leche o lácteos, porque esos alimentos le pueden caer mal al bebé; tampoco frijoles o lentejas, porque le pueden provocar cólicos”:Doctora Clío Chávez.