Pese a que los reglamentos municipales indican que los comercios o negocios con venta de alcohol deben contar con una distancia de al menos 200 metros de distancia de los planteles educativos, la Universidad de Guadalajara informó que ha detectado 46 giros con venta de bebidas alcohólicas cercanos a sus escuelas donde no se restringe por nada el consumo a los estudiantes mayores o menores de edad.
Este tipo de prácticas detonan hechos de inseguridad y por supuesto el riesgo de que menores de edad tengan acceso a ese vicio a temprana edad al sentirse presionados por sus propio compañeros de salón o de semestre.
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El Coordinador de Seguridad Universitaria de la Máxima Casa de Estudios, Montealberti Serrano Cervantes reconoce que la venta de alcohol, cigarros comerciales y piratas a menores son una lamentable realidad en las inmediaciones de los Centros Universitarios en el estado, pero no sólo por comercios con esos giros sino de tiendas de abarrotes, puestos de revistas y hasta comerciantes de golosinas que venden estos productos con tal de obtener más ganancias.
Pese a que las autoridades de la Universidad de Guadalajara han planteado acciones para erradicar esta mala práctica por los comercios, las autoridades municipales no han puesto del todo de su parte para supervisar las licencias y situación jurídica de los locatarios que suelen vender este tipo de bebidas y productos a menores sin ninguna restricción poniendo de por medio sus ganancias sin importarles dañar a un menor de edad.
La distancia a respetar son 200 metros
El no actuar de forma contundente por parte de las autoridades para restringir la venta de alcohol 200 metros de escuelas les conlleva una responsabilidad ya que, aunque la norma lo estipula se terminan otorgando licencias a quienes venden cerveza porque incluyen comida o botana, es decir se disfraza el giro comercial para a fin de cuentas poder vender el producto alcohólico, indica Montealberti.
“Existen recovecos legales fabricados a través de los años donde se dice no se permite la venta de alcohol a 200 metros, pero siempre sí con comida o con botana entonces en 99% de bebidas con alcohol se disfrazan con un chícharo y un pepino, así es como se manejan estas leyes donde yo creo que deberíamos poner una lupa para ver dónde se cobija esos recovecos legales para instalarse cerca de una escuela porque no se debe de vender alcohol con botana o sin botana”, indicó el Coordinador de Seguridad Universitaria de la UdeG.
Para Serrano Cervantes no existe la idea de cerrar este tipo de comercios sino de trabajar de la mano para que menores de edad no puedan consumir alcohol en sus establecimientos y que quienes son mayores tengan un consumo con medida.
“No se trata de hacer acciones punitivas para castigar a alguien, se trata de crear conciencia con el empresario y la tienda de abarrotes; entonces estamos en pláticas para que se respete lo que marca la ley y no se les venda alcohol a menores; algunos ya lo están haciendo allá por Belenes y CUCEA. En particular Guadalajara nos pide visto bueno para las tiendas de abarrotes y se lo damos siempre y cuando esa tienda no le venda ni cigarros y cerveza a nuestros menor” señaló Montealberti.
Algunos puntos donde se tienen perfectamente detectados giros con venta de alcohol se encuentran en las inmediaciones del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI); la Preparatoria Vocacional; CUCEA; Prepa 6; Prepa 12; entre otros planteles de la Universidad de Guadalajara.
Desde "Aguas locas" a "Las piedrotas"
“Por ejemplo ahí en la vocacional las ‘aguas locas’ hacia 5 de febrero por la puerta trasera te venden aguas locas o las tiendas de enfrente de la 40 y Marcelino García Barragán lo que le llaman las ‘piedrotas’ y ahí te venden cigarros sueltos y cerveza y en todo el entorno del tecnológico tenemos bares; el tema es que si fueran mayores está bien pero ponlo a 200 metros con botana o sin botana”, señaló Serrano Cervantes.
Afirmó que estos giros con venta de alcohol a menores se han convertido en un serio problema ya que generan ambientes hostiles y en ocasiones violentos, basta recordar que el año pasado en la plazoleta de la Preparatoria 6 se registró una batalla campal entre estudiantes y personas externas al plantel donde estuvieron involucrados jóvenes alcoholizados.
“Se va creando un clima de inseguridad porque no es lo mismo tener un lugar responsable donde no se puede vender alcohol a menores a que se venda de todo y eso hace que se incremente el número de consumidores porque todo se puede hacer, pero detrás de un consumidor que es lo más grave aparecen también los distribuidores pero eso tampoco es lo más grave, lo más grave es que detrás del distribuidor aparece quién controla a todos los distribuidores y esto puede hacer espacios de inseguridad”, acotó.
Trabajan con estudiantes, empresarios no responden
Aunque las autoridades universitarias continúan en la búsqueda de inhibir la venta de alcohol en las inmediaciones de los planteles escolares al no ver una reacción eficiente de algunos empresarios, abogan a la conciencia de los alumnos menores y padres de familia ya que las autoridades no han actuado con firmeza para garantizar que estos comercios no violen la ley con el argumento de que sus licencias cumplen con su giro cuando la realidad es otra.
Además de buscar a los empresarios para controlar la venta de alcohol a menores en los alrededores de los planteles universitarios, la coordinación de Seguridad de la Universidad de Guadalajara trabaja en talleres de la cultura de la denuncia, medidas de seguridad urbana y consumo responsable de bebidas con alcohol.