Ante las quejas de los vecinos de la cantidad de indigentes que prácticamente se adueñaron del Jardín Botánico, los baños para los familiares de las personas internadas en el Hospital Civil y de toda la zona, las autoridades municipales de Guadalajara están en todo un dilema y analizan las estrategias a impulsar para solucionar este conflicto sin violar los Derechos Humanos de nadie.
En la administración de Enrique Alfaro se remodeló este espacio para darle orden al comercio que había en la zona, contar con baños dignos para los familiares de los enfermos internados en el hospital y para cambiar la imagen en general, pero hoy en día la realidad es otra y eso se busca corregir ya que las instalaciones comienzan a deteriorarse y algunas piezas han sido robadas.
Mientras tanto el presidente municipal de Guadalajara, Ismael del Toro Castro, indicó que harán una intervención integral en la zona “porque esta infraestructura que se generó, obviamente abrió la puerta a un uso, hasta desmedido, nos han reportado los vecinos que el jardín fue casi apropiado por personas en situación de calle, hemos tenido problemas de robo hasta de las plantas medicinales y lo que es el jardín botánico, estamos trabajando para ver qué hacemos con los albergues que están ahí”, uno de ellos causó problemas la semana pasada.
Es decir, se pretende recuperar la infraestructura y sobre todo no permitir vicios del pasado en donde los comerciantes ambulantes y otras personas se adueñaron de la zona, se tendrá una vigilancia permanente, aunque reconoce que se relajó debido a que las obras de la Línea 3 del Tren Ligero cambió el panorama ya en cinco años pero la promesa es recuperar el espacio junto con los vecinos.
En especial devolverle la vocación inicial que era darle el servicio a los familiares de algún paciente del hospital “pero que eso no genere una molestia ni mal uso que pueda entorpecer la vida de la zona”, además los baños no han sido entregados al concesionario y que eso pudiera apoyar a mejorar las condiciones de los mismos.