Como "gasolinazo disfrazado" calificaron algunos automovilistas la actualización de la tarifa que se aplicará al Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) de combustibles a partir del 2020.
Ciudadanos que platicaron para El Occidental refirieron que esto no será más que otra promesa rota por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en campaña se comprometió a no incrementar el costo de la gasolina en el país.
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"El presidente Andrés Manuel López Obrador cae en una contradicción, puesto que él dijo en campaña que no va a haber aumento a la gasolina, entonces si se hace un aumento al impuesto, evidentemente hay un aumento al precio. Lo único que es: otra promesa rota hecha en campaña", refirió Abraham.
Cabe recordar que el 24 de diciembre pasado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dio a conocer la actualización -que también aplicará a refrescos y tabaco- con lo que un litro de gasolina Magna pasará a cobrar un impuesto de 4.81 a 4.95 pesos; la Premium aumentará de 4.06 a 4.18; mientras que el Diésel de 5.28 a 5.44 pesos por litro.
"Sí afecta. Diez o quince centavos parece poco, pero al momento de sumar los litros pues ya son pesos, y si cargas más de dos veces al mes pues eso obviamente va a mermar tu economía. Creo que tampoco es justo, porque el gobierno dijo que no iba a haber aumento a la gasolina y aunque no fue como tal el gasolinazo con Peña Nieto, este incremento también pudiera considerase como una especie de gasolinazo. Y no es bonito saber que una promesa no se está cumpliendo" señaló por su parte otro ciudadano.
De acuerdo a la dependencia federal, los ajustes a las cuotas del IEPS no necesariamente representarán un aumento en los costos del combustible, pues ello dependerá de los establecimientos, sin embargo, tapatíos no evitaron mostrar su inconformidad pues esto no será determinante.
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"Yo creo que sí es un gasolinazo porque el año pasado pasó lo mismo, empezando el año con la gasolina más cara, a pesar de que dijeron que iba a empezar a bajar y eso no ha ocurrido", agregó por su parte Paola.
Aunque no faltó quien señaló que el aumento al impuesto es acertado porque es necesario para que el dinero sea distribuido de manera adecuada en programas sociales, otros tantos más expresaron que el problema radicará precisamente en el destino de toda esta recaudación, pues los programas de beneficio se reorientan a personas que no tienen oficio y la mayoría de las veces no aportan nada al país.
Sin embargo, en ambas posturas se concordó en que el aumento vendrá a afectar de alguna u otra manera a la ciudadanía pues también se correrá el riesgo de que otros productos o servicios aumenten, sin dejar de lado claro la promesa inicial del actual gobierno federal de no incrementar la gasolina.