Guadalajara sigue sin un plan de atención a sus mercados y aunque en todos hay detalles por atender las tragedias que se han vivido en mercados emblemáticos como el San Juan de Dios o el Corona parecen no interesar. En un recorrido que EL OCCIDENTAL realizó por diversos mercados municipales pudo detectar que además de locales abandonados que demuestran la poca afluencia a los mercados, también hay pendientes que preocupan a sus locatarios y tienen que ver con la falta de mantenimiento y la seguridad.
Esto porque hay algunos donde se carece incluso de velador lo que obliga a comerciantes a recoger día a día sus mercancías ante el temor de volver a la mañana siguiente y no encontrar nada. O en su defecto encontrar vandalizado el lugar o con daños a causa de las lluvias, pues algunos tienen filtraciones que caen dentro de los puestos o en los pasillos y muchas veces amanecen encharcados. Sólo en la capital jalisciense hay 95 mercados municipales, convirtiéndose así en la ciudad con más mercados en todo el país.
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También Guadalajara cuenta con dos centrales que abastecen a buena parte del Occidente de México y son el Mercado de Abastos y el Felipe Ángeles. Están también los mercados populares como el Corona y el Libertad, conocido incluso mundialmente como San Juan de Dios a donde llegan a surtir mercancía variada como ropa, calzado, artesanías y aparatos electrónicos comerciantes de estados aledaños y algunos del norte, para después revender en sus ciudades y por supuesto los mercados tradicionales como el Alcalde o Santa Tere.
Sin embargo, independientemente de su ubicación, la cantidad de clientes que reciben y lo que representan para la ciudad todos coinciden en algo: la falta de atención, pues a decir del regidor que preside la Comisión de Mercados en Guadalajara, Salvador Hernández Navarro, hay únicamente 320 personas trabajando como administrativos u operativos en la Dirección de Mercados y calcula que se necesita al menos el doble para ofrecer un servicio adecuado.
“Si no tenemos mantenimiento en los mercados inmediatamente empiezan a decaer y ¿Quién lo padece? Nuestros visitantes, nuestros clientes y nuestros locatarios”. El diagnóstico que la comisión edilicia de Mercados en Guadalajara tiene refiere que solo el Mercado de Abastos, el Felipe Ángeles, el San Juan de Dios, el Corona y el Alcalde, están en buenas condiciones, pero por decenas se cuentan los que merecen urgentemente atención.
Aquí enumeraremos algunos: en primer lugar está el José María Luis Mora; Sebastián Allende (que recientemente recibió presupuesto por 2.5 millones de pesos para ser atendido, al igual que el de Santa Tere); le sigue el Dionisio Rodríguez; el María Arcelia Díaz; el Mercado Hidalgo; el Libertador Miguel Hidalgo; el Constitución; Lázaro Cárdenas; Julián Medina; Héroes de Nacozari; Heliodoro Hernández Loza; Miguel Ramos Arizpe; José Antonio Torres; Manuel Doblado; y el Mercado de las Flores; la mayoría de ellos ubicados en zonas populares de la ciudad. Llama la atención que en 95 mercados solo hay 42 administradores y varios de ellos administran dos o tres mercados, además que algunos carecen de personal de limpieza y veladores.
El regidor señaló que es elemental contar con un administrador por mercado por trámites diversos como traspasos o de defunción. Se requiere al menos 30 millones de pesos anuales para darle el mantenimiento adecuado a los mercados que a diario reciben a cerca de 120 mil personas en todos. Propuso la creación de un presupuesto etiquetado para cada mercado.
Explicó el regidor de Guadalajara que los mercados que han visto disminuir su afluencia de clientes son el de Polanquito, al sur de Guadalajara y el Francisco Villa, en la calle del mismo nombre por la zona de Talpita, donde la mayoría de sus locales están cerrados. En términos generales la ciudad de Guadalajara cuenta con alrededor de 14 mil locales en sus 95 mercados y están ocupados cerca de 10 mil, en tanto que el resto permanecen cerrados.
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