El aumento al precio del tabaco es una medida de fomento a la salud, mientras más caro menos es el consumo entre adolescentes y jóvenes. Aunque a partir del uno de enero de 2020 se dio un alza de cinco centavos por cigarro para la asociación civil Códice el impuesto al tabaco debería ser más severo.
En entrevistas con EL OCCIDENTAL, el director nacional de la asociación civil Códice, Eduardo del Castillo Valadez mencionó que, “Técnicamente es un impuesto, pero lo que verdaderamente se trata es prevenir enfermedades que después se traslada al sistema de salud”.
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El incremento a los impuestos forma parte de una medida en el que México está comprometido en el Convenio Marco para el control del tabaco, firmado en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este año el precio de una cajetilla es de 57 a 63 pesos dependiendo el número de cigarros.
“Entre las diferentes políticas establecidas es el aumento de impuestos, va dirigido a inhibir el consumo del tabaco de las y los adolescentes y jóvenes, cuando estos tienen menos alcance del tabaco por la vía de los altos impuestos lo consumen menos, se inhibe el consumo es una de las grandes estrategias que hay, en realidad en México debería estarse aumentando muy severamente el porcentaje”, indicó del Castillo Valadez.
Afirmó que, el incremento a la cuota del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicable al cigarro de casi 50 centavos por cigarro, se traza una política de disminución del consumo, asimismo a la comida de bajo nivel nutricional (chatarra), alcohol y refrescos.