La Arquidiócesis de Guadalajara, recuperó el documento original que registra el título de “Generala” a la Virgen de Zapopan, que estaba en manos de particulares y hoy ya se encuentra en el Archivo Histórico de la Arquidiócesis.
“El Semanario”, órgano informativo del Arzobispado de Guadalajara, da cuenta de ello en su edición de esta semana.
El director del Archivo Histórico de la Arquidiócesis, José Alberto Estevez Chávez, dijo que se conocía que el 15 de septiembre de 1821, poco antes del arribo del Ejército Trigarante a la ciudad de México, la autoridad civil del reino de la Nueva Galicia, que se había emancipado del trono español poco antes, el 14 de junio, dio el título de Generala a la venerable imagen de Nuestra Señora de Zapopan, nadie tenía noticias cabales del instrumento jurídico original donde constara tal cosa.
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En un solo expediente cosido en cuadernillos hasta formar una sola pieza, 23 fojas de tamaño legal (21 x 30 cms.), sin foliar, incluyendo las carátulas, donde, según la inscripción de sus carátulas en uno está lo que sigue: “1821. Sobre el juramento del patronato de las armas de Nueva Galicia que se pretende hacer a María Santísima de Zapopan en dicho año y en el de 1825 la asignación del día en que se debe traer y llevar a su Santuario. Gobierno del excelentísimo [e] ilustrísimo señor Cabañas”.
El manuscrito, informa “El Semanario” cuyo último poseedor fue el ingeniero, Teodoro Grajeda, Congregante Mariano de San José de Gracia, proviene del acervo que reunió su abuelo, el profesor don Eudoxio Delgadillo, y estuvo más de cien años bajo la custodia de sus descendientes. Tras la recomendación del cronista de la Arquidiócesis, Tomás de Híjar Ornelas, decidieron entregarlo al Archivo Histórico de la Arquidiócesis junto con otras piezas, también manuscritas.
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Fue el pasado 22 de octubre que el director del Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Guadalajara, José Alberto Estévez Chávez, recibió a los hermanos Grajeda Vázquez y el ingeniero, Luis Alfonso Aguilar Becerra, que le entregaron los documentos.
“No pueden estar en mejor lugar, primero, porque este lugar está acondicionado para resguardar toda la producción escrita que ha generado la diócesis desde el siglo XVI, y segundo porque es un centro de investigación, y qué mejor para ello tratándose un tema de tanta relevancia para la historia del pueblo de Jalisco”.
El padre Estevez Chávez, señaló que los documentos serán restaurados antes de estar a disposición de los investigadores. Los hermanos Grajeda Vázquez, sobrinos directos de Federico de Aguinaga, entregaron 9 piezas.