Con altibajos arrancaron los operativos del gobierno municipal de Guadalajara para aplicar la Ley Antirruido pero tras platicar con los representantes de los restauranteros las tensiones disminuyeron y no será motivo de intentos de extorsión por parte de los inspectores municipales, señaló el presidente tapatío, Ismael del Toro Castro.
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“Como toda política de imposición de orden tiene alguna rispidez pero como hicimos el previo de tener un acuerdo y una plática con la Industria restaurantes se trabaja muy bien y después del primer operativo algunos restaurantes se sintieron invadidos pero agendas de esta naturaleza de imposición de orden empiezan con algunas complicaciones pero van a tener una consecuencia positiva”, dijo.
Los operativos estarán todos los fines de semana o cuando se tenga mayor actividad y todos los reportes se podrán recibir a través del 079 y el reto que tendrán será sin duda alguna las fiestas de particulares y se buscará no violentar los derechos de más.
En ese sentido explicó que se capacitó a los inspectores para que no entraran como si fuera operativo antidrogas y “hay que recordar que en el reglamento indica que los decibeles se deben de medir en diferentes puntos del lugar señalado como ruidoso, no es un acto de molestia y no deben de llegar en esa lógica del pasado”.
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Además, los restauranteros solicitaron que los elementos de la Policía acompañaran los operativos, sumado a los rondines de vigilancia que se realizan de forma cotidiana, en especial en las zonas donde hay mayores concentraciones de personas o de la presencia de los llamados viene-viene, entre otras infracciones que se pudieran cometer.
Sobre los reportes de la quema de pirotecnia en algunas zonas de Guadalajara el pasado fin de semana dijo que ya se platicó con la Arquidiócesis para por medio de ellos bajar la información y sujetarse al horario acordado de las siete de la mañana a las 20:00 hrs de la noche, por lo cual esperan que esto se cristalice en el corto plazo y todos tengan una sana convivencia.
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“Aceptaron que no se realizarían celebraciones fuera de ese horario, pero (la ley) es de aplicación general y si el reporte llega se hará la misma ruta y sanción, yo invitaría que se hagan los reportes de los canales institucionales para poder llevar a los inspectores” y medir los decibeles.
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En dos fines de semana se sancionó a más de 20 establecimientos por exceder los niveles de ruido y ser reincidentes, la multa mínima es de alrededor de 2 mil 500 pesos.
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