Amnistía Internacional denuncia sobre la deplorable situación del personal sanitario en las Américas. El informe insta a los países de la región a conceder prioridad y proteger los derechos del personal sanitario durante la pandemia Covid-19.
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Indica que, los derechos de personas trabajadoras de la salud en las Américas durante el Covid-19 y más allá documenta cómo quienes se enfrentan en primera línea a la pandemia trabajan a menudo en condiciones inseguras con equipos de protección insuficientes y se arriesgan a sufrir represalias de las autoridades o los empleadores si denuncian su situación, mientras que en algunos casos han sufrido incluso amenazas de muerte y ataques físicos.
En el informe Amnistía Internacional pide a los gobiernos que garanticen condiciones de trabajo seguras para las personas que trabajan en el área de limpieza y otro de apoyo que está en situación de riesgo debido a su trabajo en instalaciones de atención de la salud y residencias de personas mayores.
La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara Rosas, expuso que “Los gobiernos deben tomar medidas para garantizar que no se vuelven a poner en un riesgo tan horrendo sus derechos básicos y su seguridad”.
Menciona que en la región de las Américas viven casi la mitad de las personas del mundo que han dado positivo a Covid-19, mientras Latinoamérica “sufre sus semanas más mortíferas, es de vital importancia que todos los países se unan para garantizar que la financiación de la salud no se ve menoscabada en este momento decisivo. Esta pandemia no conoce fronteras, y Estados Unidos debe apoyar una solución global uniéndose a otros países en la financiación de la Organización Mundial de la Salud para garantizar que su capacidad técnica y de personal experto se despliega donde más se necesita.”
De 21 entrevistas en profundidad realizadas por Amnistía Internacional con profesionales sanitarios en Estados Unidos, México, Honduras, Nicaragua, Guatemala, República Dominicana, Colombia y Paraguay, sólo en dos casos dijeron a Amnistía Internacional que consideraban que tenían equipos de protección personal (EPP) adecuados o casi adecuados.
El resto plantearon motivos de preocupación relativos a la falta de EPP adecuados, además plantearon inquietudes relativas a bajas por enfermedad, periodos de descanso y apoyo de salud mental inadecuado en el trabajo.
Los profesionales de la salud han sufrido también estigmatización, ataques físicos, amenazas de muerte y denegación de uso del transporte público en países como Colombia y México, e incluso lapidación pública en Bolivia. Mientras que algunos gobiernos han respondido a este tipo de ataques con declaraciones inmediatas y acciones de sensibilización para apoyar públicamente el papel que desempeñan las personas que trabajan en el área de la salud, otros dirigentes han tomado medidas para menoscabarlas.