Cada 40 segundos alguien en el mundo se suicida, en el 2015 fue la segunda causa de defunción en el grupo de 15 a 29 años, especialistas indican que los suicidios son prevenibles, sin embargo se estima que por cada adulto que se quitó la vida, posiblemente más de otros 20 lo intentaron.

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En México, en la última década ha incrementado en edades entre los 10 y 17 años en adelante, los estados con más casos fueron Chihuahua, Aguascalientes, Campeche y Quintana Roo.

Algunas de las posibles causas, mencionaron especialistas de la Asociación Psiquiátrica Mexicana del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente” y de la Secretaría de Salud, son las enfermedades mentales como la depresión y los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, la violencia, las sensaciones de pérdida, el aislamiento, problemas de salud, autoestima, desesperanza, sentimientos de rechazo e incapacidad para resolver problemas.

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Para los especialistas resulta preocupante el aumento del suicidio a edades más tempranas, señalaron que a pesar de las investigaciones recientes aún no se tiene una explicación del porqué y del cómo afecta a todos los niveles sociales este fenómeno.

Indican que los factores sociales, psicológicos y culturales son importantes para determinar el acto suicida, tomando en cuenta el estudio reciente en la población del sureste, donde el suicidio se convierte en un problema de salud pública inminente de su estudio y atención.

Para finalizar, los especialistas en psiquiatría enfatizaron que se requiere establecer estrategias nacionales de prevención, proponen: ampliar la cobertura y atención integral de las enfermedades mentales y las adicciones (depresión y alcoholismo) en los tres niveles de atención, focalizar las campañas de prevención y la educación para la salud mental en grupos vulnerables, principalmente en jóvenes, dar seguimiento las instituciones de salud, a personas con conducta suicida que acuden a un hospital general, advierten que éste es el factor de riesgo más importante para suicidio consumado.

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Capacitar al personal médico, paramédico y población en general acerca de la conducta suicida con herramientas, debido a que un alto porcentaje de las personas que fallecieron por suicidio expresaron fantasías de muerte, ideación suicida o mostraron signos de alarma a profesionales de la salud.

Entre otros, puntos a considerar señalaron el establecer una línea telefónica nacional con atención 24/7 que esté integrada a los servicios de salud, servicios de atención inmediata (paramédicos, bomberos) y de seguridad pública atendida por personal capacitado