Amacueca, Jalisco (OEM-Informex).- El sur de Jalisco está lleno de encantos y prueba de ello es el municipio de Amacueca conocido por sus pitayas, pero donde también se siembra café y nuez. Llegar a Amacueca es como trasladarse a un lugar de ensueño pues la carretera que conduce a la cabecera municipal desde Guadalajara pasa por las pitayeras, como se le conoce a las huertas de pitaya y eso ya representa una parada obligada.
Estando ahí casi cualquier persona de las que trabajan en la cosecha o vendiendo pitayas te ofrece un recorrido rápido para conocer un poco más sobre el proceso de recolección de la fruta y una vez continuando con el paseo, comienzan a verse a lo lejos las fincas de color ladrillo.
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Esto porque en Amacueca desde hace algunos años la mayoría de sus habitantes pintaron del mismo tono sus viviendas, lo que da una sensación de uniformidad al llegar al poblado donde habitan alrededor de 6 mil personas. En la plaza principal está el quiosco frente a la presidencia municipal y en sus alrededores generalmente encontrarás personas vendiendo los productos de la región, siendo la pitaya el estelar al igual que algunos de sus derivados como el pan de pitaya, la mermelada, la fruta deshidratada, los ricos helados y paletas, así como los frapés.
Hay también algunos juegos infantiles de madera y enfrente el templo del Dulce Nombre de Jesús, que podría considerarse la joya dentro de Amacueca y de prácticamente toda la región sur de Jalisco. Su construcción barroca data del siglo XVI y a diario, pero principalmente en mayo con motivo del Festival de la Pitaya y el tercer fin de semana de enero cuando son sus fiestas patronales, luce lleno de creyentes.
En sus alrededores está lo que fue un convento construido por los franciscanos en 1547 y se considera único en la región por su cantera labrada, diseños salomónicos y estatuas que le rodean. Es uno de los más antiguos e importantes de México y forma parte de la lista de las edificaciones católicas de mayor tamaño en Jalisco.
El patrono es el Dulce Nombre de Jesús al que festejan el tercer domingo de enero cuando se hace un novenario y peregrinaciones que corresponden a diferentes sectores como algún barrio, a los niños, servidores públicos, los hijos ausentes y cada día tienen una diferente responsabilidad.
“El templo representa el atractivo turístico más importante para nosotros y además otro atractivo natural son nuestras huertas de nogales y cafetales porque somos un municipio productor de nuez, café y por supuesto pitaya que son productos emblemáticos y representan para nosotros un gran orgullo”, expresó Luz Elvira Durán Valenzuela, presidenta municipal de Amacueca.
En el Centro de Amacueca está también el Museo de las Ciencias Naturales donde organizan talleres, cursos y exposiciones principalmente de agrupaciones dedicadas a la conservación de la vida silvestre y la educación ambiental. Y si de buen café se trata el de Amacueca es una excelente opción pues además de ser considerado uno de los cafés con mayor aroma, su sabor también es muy característico y por eso el municipio ha cobrado fama.
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Actualmente cuenta con tres cafeterías donde se ofrece el café para consumo en el lugar pero también las bolsas con granos para llevar y lo mismo ocurre con la nuez, pues varias familias se dedican a su cosecha y es común encontrarse en el Centro a vendedores de nuez.