Dicen que con el ejemplo se pone la muestra, y es cierto, ya que si personal de las propias autoridades municipales como son policías, inspectores, promotores culturales y jardineros no usan el cubrebocas o no lo traen de la forma correcta, cómo se le puede exigir al ciudadano que se lo ponga para evitar contagios de Covid-19.
A más de un año de pandemia y con el cansancio encima, cada vez son más los jaliscienses los que salen a la calle para realiza sus actividades cotidianas, pero ya sin el cubrebocas, lo cual se puede comprobar en plazas comerciales, negocio, plazas públicas, calles, en general en todos lados.
Incluso desde los filtros que se colocaron con motivo de la celebración del Día de la Madre para reducir las oportunidades de contagios masivos, la gente no hace caso e ignoran las indicaciones a los funcionarios que colocan gel antibacterial y toman la temperatura, quienes informan en dónde los venden y reciben respuestas como “ni lo uso”, “no lo necesito”, “para qué lo compro”.
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Y así siguen su camino por el primer cuadro sin ningún tipo de protección ni respeto a la salud de los demás, situación que se hace evidente en todas partes, ya que en un recorrido hecho para ver la operación de los filtros, los cuales se desarrollan de la pensada, pero los funcionarios al no ser una autoridad sancionadora no pueden obligar a nadie a cubrirse la boca y la nariz como medida de protección para todos.
Pero el tema va más allá, ya que también se pudo apreciar a elementos de la Policía tapatía que no traían el cubrebocas, lo llevaban en la mano o lo traían puesto de la forma incorrecta al bajarlo al cuello o debajo de la boca.
Pero no eran los únicos, se pudo apreciar a algunos trabajadores del área de Inspección que tampoco lo llevaban ni en la mano ni puesto incorrectamente, a ellos se suman algunos del área de Parques y Jardines que regaban las plantas de la Plaza de Armas.
Así las medidas de prevención de contagios por Covid-19 o protocolos comienzan a ser relajados poco a poco por los jaliscienses, a pesar de la insistencia de las autoridades municipal y estatal de que no se deje de usar ya que es una de las más eficaces medidas y en los filtros se hace lo que se puede y hasta donde las personas permiten ser aconsejadas sobre qué hacer.