En México se estima que cuatro de cada 10 personas puede presentar reflujo crónico o gastroesofágico una vez por semana, algunos factores atribuibles obesidad y sobrepeso, y por el tipo de alimento condimentado o alto en calorías.
Los síntomas preponderantes son la sensación de quemaduras detrás del esternón, esto es por el paso del contenido ácido del estómago al esófago alterando los mecanismos normales, explicó el exjefe del servicio de endoscopia del Hospital Ángel Leaño de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), Roberto Garduño Delgado.
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Regurgitación ácida que ocasiona que regrese el alimento o líquido y puede llegar a la faringe, este problema de salud puede presentarse desde el nacimiento, hereditario, y debido también, dijo al aumento de peso, consumo de tabaco y alcohol, así como en embarazos múltiples.
A estos pacientes, dijo, se les realiza un estudio para detectar el grado de afectación y proporcionar el tratamiento de prueba por le menos dos semanas, de funcionar se puede tener una mejoría de 50%.
“El síntoma de alarma es aquel que nos diga que ya está teniendo complicaciones como que se le atore la comida o que tenga por una endoscopia o una biopsia con un esófago de Barret, que tenga bajo de peso”.
Mientras que para los pacientes mayores de 60 años el tratamiento es prolongado y podría necesitar cirugía. El especialista recomendó evitar auto medicarse para evitar una esofagitis severa que pueda complicarse y presentar sangrado o incluso cáncer.