Una talla baja y la presencia de manchas oscuras en los pliegues de la piel de una niña o un niño, además de tener sobrepeso, es un dato de alarma, puede tener intolerancia a los carbohidratos, lo que se conoce como prediabetes.
De no atender a tiempo su salud las consecuencias pueden verse a corto plazo y aumentar conforme pasa el tiempo, de manera que adultos jóvenes podrían ya tener hígado graso, cáncer, problemas visuales, cardiacos, etc.
La médica endocrinóloga adscrita al Hospital de Pediatría del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Ana Laura López Beltrán, advierte que el oscurecimiento del cuello es un signo clínico visible que también pueden identificar los padres en casa.
A este problema de salud se le conoce como acantosis nigricans y puede afectar otras partes del cuerpo, manchando y engrosando porciones de piel, sin volverla áspera, en áreas como nudillos, axilas, codos y rodillas, además del cuello. "
Cuando se dan estos casos, puede haber una deficiencia en las funciones del páncreas", subrayó.
La especialista señaló que a la población infantil con sobrepeso y con una talla más baja que el promedio, es necesario realizar una serie de estudios hormonales para asegurarse de que ese no sea una causa de la obesidad.
Otro dato que puede ayudar a los padres de familia a detectar el riesgo de una enfermedad crónico degenerativa en sus hijas e hjos a causa de la obesidad, es que los niños pesen más de cinco kilos por arriba de su estatura, es decir, si el menor mide 1.40 metros, “por muy llenito que esté debe pesar máximo 45 kilos. Si pesa más, seguramente se le puede clasificar en algún grado de sobrepeso”, finalizó.