Los fraudes o estafas cada vez más comunes hacia familias o grupos de amigos que planearon un viaje y la agencia desapareció o nunca existió pueden repuntar en este verano.
Así lo advirtió David Aguilar Romero, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) de visita por Jalisco, donde llamó a quienes planean vacacionar, analizar lo que les ofrecen y razonar si es posible al precio anunciado.
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“No seamos ingenuos y no seamos ilusos, todos sabemos o debemos tener una noción de cuánto vale un boleto de avión y si no busquémoslo en redes sociales, en internet, porque hay veces que nos ofrecen paquetes vacacionales de cinco o seis días, cuatro o cinco noches, avión, transporte aeropuerto-hotel-aeropuerto en precios de risa, en precios nada creíbles y desgraciadamente la gente cae”.
Dijo que Profeco en ese sentido no tiene responsabilidad para intervenir, porque es una situación similar a “comprar una licuadora en la calle” donde regresas al puesto y posiblemente ya no está el vendedor, ni se ofreció una garantía.
Aguilar Romero estuvo en Jalisco para la inauguración del módulo de atención al consumidor en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara, donde la intención es buscar mecanismos de conciliación entre pasajeros y aerolíneas.
Dijo que mantendrán especial atención durante el verano, es decir, desde este miércoles y hasta el 25 de agosto que concluyen las vacaciones, periodo en el cual funcionará el módulo para recepción de quejas.
En el módulo también buscarán la conciliación, tanto de conflictos dentro del aeropuerto tapatío, como en restaurantes, lugares de hospedaje o algunos otros establecimientos de atención turística.
Detalló que fueron 781 quejas en el operativo de verano del año pasado, de las cuales 96% se resolvieron a través de la conciliación y la mayoría tuvieron relación con la sobreventa, cancelación o demora de vuelos.
En el caso de comercios, la queja es principalmente por la no exhibición de precios y cuentas con propina y en ese sentido recordó a comensales ya sean tapatíos o que visitan la ciudad por motivo de trabajo o recreativo, que en todo el país está prohibido pedir propina o incluirla dentro de la cuenta de restaurantes.
“Debemos de reconocer el trabajo de quienes se dedican a ello, viven de ello y tenemos que ser buenos ciudadanos y compensarlo, pero no es obligatorio y hay que ser cuidadosos de que no incluyan las propinas y de que cuando llegamos a un restaurante las cartas tengan los mismos precios de la cuenta”.
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