Momentos de angustia vivieron este medio día usuarios de la ruta C-21, antes conocida como 602 que recorre algunas calles del centro tapatío, debido a la manera de conducir de su operador.
Se trata en particular de la unidad U-06 que alrededor de las 12:20 salió de la calle Santa Mónica y Juan Manuel, donde podría considerarse su base, pues es ahí donde la totalidad de los pasajeros a bordo bajan para que ahí mismo de nuevo empiece el derrotero hacia el norte de la ciudad.
Podría interesarte:
Y es que la velocidad del conductor de la ruta causó miedo a quienes iban a bordo, la mayoría de ellos personas de la tercera edad que hacen sus compras en el Mercado Corona o en algunos negocios del centro.
También a bordo iban madres y padres de familia con niños pequeños que aprovecharon las vacaciones para surtir sus listas de útiles, pues esa ruta se para justo afuera de una de las papelerías más grandes del centro.
Sin embargo, al operador no le importó que la unidad iba llena y con la mayoría de pasajeros parados y “le pisó con ganas”, como dijo una de las mujeres que se sostenía con ambas manos de distintos barrotes para no caerse.
Usuarios cuestionaron también las condiciones del camión, sobre todo para subir, pues siendo adultos mayores tenían complicaciones ya que los escalones estaban muy separados unos de otros y el más bajo a alrededor de 40 centímetros de distancia con el suelo, lo que obligó a una señora mayor con bastón a bajar sentada porque le era imposible hacerlo de una manera segura.
Te recomendamos → Pelear por un bache es un largo camino, automovilistas evitan la burocracia
Otra de las zonas emblemáticas de la ciudad por las que pasa el camión de la ruta 602 es el Antiguo Hospital Civil y ahí también suben muchas personas, la mayoría de ellas que acudieron a citas o consultas y que además de alguna lesión, generalmente llevan las manos ocupadas con sobres o carpetas de documentos, radiografías y hasta medicina.
→ Suscríbete a nuestro WhatsApp y recibe las notas más relevantes
De acuerdo con letreros colocados a bordo de la unidad, reciben reportes a través de la red social de Twitter y de Instagram, sin embargo, al consultar dichas cuentas se muestra que dejaron de usarse hace casi un año.