Un atraso en el pago de su pensión de bienestar, de esos 4 mil 800 pesos que les entregan cada dos meses, puede representar que una persona de la tercera edad en Jalisco no tenga un día para comer, para pagar la renta o surtir sus medicamentos. Y es que por más triste que parezca hay abuelitos que no cuentan con otro apoyo económico o moral pese a tener hijos, nietos y hermanos.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en su informe del 2022 indica que existen más de 17 millones de adultos mayores a 60 años que es un 14 por ciento de la población en el país y de éstos el 49 por ciento laboran por su cuenta o depende de un programa social para poder sobrevivir.
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Samuel Ordóñez pensaba que al llegar a cierta edad sus hijos lo apoyarían como él lo hizo con cuando ellos eran dependientes de su salario. A sus 67 años de edad cuida una vivienda en Chulavista, Tlajomulco y le permiten habitarla en lo que la rentan. Todos los días desayuna una concha de pan y café negro, come lo que algún vecino le regale y la cena es un lujo si la tiene dos veces a la semana ¿Qué cena? Lo que llegue es ganancia, sus hijos hicieron su vida y se fueron, es abuelo de nombre porque no conoce a ninguno de sus nietos pero aún así le encantan que la gente le diga "el abuelo".
Su estado de salud no es el mejor, es hipertenso y diabético, su pantorrilla derecha tiene llagas por la falta de atención de su enfermedad crónica pero aún así no pierde el ánimo y todos los días se sienta en la puerta de esa casa que cuida sin saber cuándo será el último día.
En el 2021 sus vecinos le ayudaron a inscribirlo en el programa de Bienestar ya que para ese año López Obrador redujo la edad para recibir la pensión, desde ese entonces cada dos meses contaba con tres mil 100 pesos que a lo largo de los años ha aumentado un 20 por ciento anual llegado a hoy en día cuatro mil 800 pesos que son oxígeno puro para "el abuelo".
"Yo creo que ese dinerito nos ayuda a todos los viejitos pero para mí en especial, es una ayudita lo malo es cuando se atrasan nos dan en toda la torre, ese dinero es mi único ingreso fijo; aún no lo tengo y ya lo tengo repartido entonces imagínate lo que me hace falta cuando no llega o llega incompleto, agradezco el apoyo pero tienen que ser más serios con eso porque la última vez que me tocaba no sé qué pasó y me dejaron dos-tres días sin comer", señaló Samuel Ordóñez.
Como "el abuelo" de Chulavista existen muchos casos en Jalisco que se quejan por los problemas para retirar su dinero de los bancos del Bienestar ya sea porque no hay dinero en el cajero, están saturados, las sucursales les quedan retiradas o simplemente hay retrasos con los depósitos, aún así la Delegada de Programas para el Bienestar en Jalisco Katia Meave insiste en que dichos contratiempos se han ido solucionando aunque no todos los adultos mayores opinan lo mismo.
HAY PENSIONES QUE NO LLEGAN
"Hay que señalar que esto se presenta en ciertas zonas, no es una generalidad en todo el estado sucede, sobre todo en la ciudad obviamente por la cantidad de personas que a veces se aglutinan y bueno lo que hemos tenido son algunos problemas intermitentes en los sistemas que es lo que ha generado estos temas; no es que les falte el dinero, el dinero está en sus cuentas y está seguro y eso es importante que lo sepan", señaló Katia Meave, Delegada de Programas para el Bienestar en el Estado de Jalisco.
La profesora de la Licenciatura en Gerontología del Centro Universitario de Tonalá (CUT) Karla Patricia Vázquez Núñez, dijo que esta dependencia a la asistencia social los hace vulnerables a la violencia económica por parte de los familiares. "El programa si requiere de un seguimiento".
DECIDEN ESTUDIAR PARA AYUDAR A SUS NIETOS
De acuerdo a los archivos de la Secretaría de Educación, hace unos meses se tuvo registro del señor Salvador de 102 años matriculado en educación básica. Nació el 18 de marzo de 1921 en Jocotepec que a su edad decidió estudiar la primaria. En Guachinango tienen un alumno longevo como Pánfilo que se inscribió en secundaria recientemente.
La Universidad de Guadalajara tiene registro de personas adultas mayores que estudiaron una carrera, como es el caso de un estudiante de Derecho en el Centro Universitario de la Costa Sur, que poco antes de la pandemia inició clases a la edad de 83 años.
Marcos Godínez Montes, director del Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos, explicó que la mayoría de personas de la tercera edad que deciden estudiar, lo hacen motivados por ayudar a sus nietos a hacer tareas. “Muchas personas me han comentado que su tema es tener el certificado aún y cuando obviamente no van a buscar trabajo y sobre todo poder hacer la tarea con sus nietos y es uno de los más satisfactorios, que ahora puedan hacer la tarea junto con sus nietos que están en educación básica, es una motivación muy loable”. Están en 165 plazas comunitarias.
"Damos asesorías por ejemplo en la cochera de Doña Juanita".
Con información de Juan Pablo Toledo y Viridiana Saavedra.
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