Maestras y maestros que en 2020 batallaron con la pandemia que de pronto los obligó a abandonar las aulas por año y medio, literalmente les “robó” a los niños y más de alguno les desapareció y no volvieron a saber de él; hoy la tienen como alumna no invitada en el aula, sus efectos se asoman:
La falta de atención sigue, “nos cuesta trabajo tomar el ritmo” denuncia el maestro Toño y la deserción escolar está presente como también la violencia entre alumnos y se reporta una agresión cada 43 horas. Este 15 de mayo es día de la maestra y del maestro a quienes se les reconoce los nuevos retos que enfrentan.
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Hay dos casos específicos: Los niños que iban iniciando la escuela primaria entraron a primer año en septiembre y siete meses después, en marzo, estaban ya en confinamiento. Aquellos que iban a la mitad de primaria y les cortaron el ritmo. Experimentaron el antes, durante y después de la pandemia.
El maestro Antonio, de los más jóvenes en la planilla de docentes, reconoce que con el paso fueron experimentando y aprendiendo, captaron lo que iba sucediendo y lo hicieron saber a la autoridad educativa. “Coincidimos en que había que poner atención a los procesos de interacción especialmente a los que no asistieron a la escuela o solo asistieron el primer grado; advertimos un incremento en el acoso escolar y que había que aplicar nuevas formas para abordarlo y contenerlo hasta reducirlo y que era urgente retomar el respeto a las normas y en la formación de valores.
Se dio un trabajo de encuestas y sondeos protegiendo el anonimato de los participantes y se incluyó no solo a docentes, madre o padre de familia, niña o niño estudiante. Diez de doce escuelas dieron a conocer problemas de aprendizaje y rezago educativo que se agudizaron debido al confinamiento durante la pandemia.
Los docentes señalaron que estaban tomando medidas para paliar esta problemática del rezago educativo, sobre todo en lectoescritura y pensamiento lógico-matemático. “Vamos a ser realistas, porque a mí no me gusta tapar el sol con un dedo y siempre tuve el conocimiento de que en la zona escolar existía un rezago educativo importante. Por ejemplo, niños de tercero que bien los podías poner en segundo porque ese nivel académico apenas tenían antes de la pandemia”, explicó un supervisor que prefirió tener.
Después de un año y medio de pandemia muchos niños fueron atendidos a distancia, pero la tarea la hacían los papás en la gran mayoría. Otros niños interactuaban con el profesor y otros se nos desaparecieron del mapa. Nunca pudiste tener comunicación con ellos”, explicó un supervisor educativo en Jalisco.
Reconocen entonces que el rezago educativo que teníamos antes de la pandemia se duplicó y los niños desaparecieron del mapa, “que no fueron atendidos ni a distancia, ni virtualmente, pues el profe estaba seguro de que ese niño no podía haber aprendido nada escolarmente hablando, pudo haber aprendido muchas cosas domésticas”, explicó el supervisor.
En una sola escuela, de las 12 participantes, los docentes mencionaron que el nivel educativo general de los estudiantes previo al cierre de las escuelas era bueno o alto y por tanto no hubo una pérdida grave de aprendizajes, cita el estudio.
Si en plena pandemia niñas y niños dejaron de ir luego desaparecieron, se les perdió la pista y no se sabe si fueron enviados a otras escuelas e incluso en otros Estados o países, hoy la deserción escolar sigue presente. De pronto dejan de ir a la escuela y esto sucede desde prescolar hasta educación superior.
Luego de reportar porcentajes anuales por debajo del 0.55%, en este 2024 se habla en primaria de un 1.23%; en secundaria del 3.22%, en bachillerato de un 1.15% y en un 0.45%. Solo en este último fue donde presentó números a la baja.
La Secretaría de Educación ha detectado que este rubro se encuentra sujeto a factores económicos y sociales que determinan la permanencia de los estudiantes en las aulas.
En un muestreo en 12 escuelas se advirtió un incremento en el acoso escolar y la violencia, niñas y niños regresando del estrés que vivieron en el confinamiento y que pasaron de la alegría de ver de nuevo a sus compañeritos a replicar modelos sistemáticos de opresión y sometimiento.
De acuerdo a la estadística hasta el 30 de abril se reportaban un total de 67 casos de violencia entre iguales, uno cada 43 horas.
Esto pone en serio predicamento a la autoridad que apenas ha cumplido el 63% de su meta que es llevar este tipo de casos a su mínima expresión.
Durante el año 2022 fueron un total de 153 casos y en el 2023 aumentaron a 191, pero en este 2024 y de seguir esa tendencia, podríamos llegar a 203 casos.
Más que un nuevo programa educativo, reconoce el maestro Toño, son las circunstancias propias del momento lo que les ha llevado a implementar cambios en la práctica docente.
Maestras y maestros han implementado nuevas formas de enseñar, dan más espacio para el juego, se preocupan por explicar claramente y de brindar apoyo adicional a quienes tienen problemas de aprendizaje.
Algunos docentes se preocupan por la atención a las barreras de aprendizaje y participación de niñas y niños, sin tener la formación o los recursos necesarios para hacerlo, especialmente si se tienen en cuenta los efectos negativos que el confinamiento tuvo en el aprendizaje.
Reconocen que “No estamos capacitados para atenderlos, sin embargo, desde la Secretaría nos dicen: —Lo tienes que aceptar en tu salón, para apelar a la inclusión y la equidad—. Sí, pero un maestro no está capacitado ni está en condiciones de darle la atención que él se merece o que ella se merece. ¿Cómo atender a ese tipo de alumnos y de alumnas? Nunca nos han capacitado, nunca nos han dado cursos para ver cómo poder atender esas necesidades especiales.
Luciano, Carmen y Ernestina son docentes de tres generaciones distintas, todos en activo pero que aplican las nuevas tecnologías en la educación, principalmente el uso de las tablets, en una tarea que reconocen “las y los alumnos nos llevan ventaja traen el celular para todos lados”. La clave es encontrar el punto donde ellos se interesen en aplicar lo que saben en pro del conocimiento.
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Pero primero, coinciden, hay que aprenderlo y bien de ahí que en la reciente encuesta aplicada por el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG) y la Organización Civil Mexicanos Primero Jalisco lo señalaron como uno de los tres rubros que saben les hace falta conocimiento y necesitan aprenderlo.
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Las y los docentes de primaria y secundaria, en un 63.6% señalaron que necesitan formación en tecnología y uso de software. La mayoría de las y los docentes participantes (62.4%) laboraban en el sistema federal, 33.0% en el estatal y 4.6% en ambos. El 89.8% de las y los participantes contestaron que eligieron su profesión por vocación docente, el 83.3% mencionó que como un medio de transformación personal y social; y el 63.1% señaló que por una identificación previa con un buen modelo docente. “Los niños traen sus celulares desde primero de primaria ".