Víctor llegó a los cuatro años de edad a la Casa Grande de MAMA AC, junto con su hermano Diego de dos años, ahí encontraron amor, alimento, educación, una familia, herramientas para aprender a sobrevivir la calle; hoy Diego es licenciado en Gastronomía y tiene un año como gerente de un bar, Víctor ahora con 26 años de edad, se graduó en la licenciatura en fisioterapia y ambos recordaron con mucho sentimiento la ausencia del “Mairo” Rogelio Padilla en la graduación del ciclo 2017-2018 de educación básica de la escuela de la asociación.
Los mairos, Carlos, Rafa, Martín, y otros más, siguen dando y dando, pues la semilla que sembró Rogelio Padilla hace 30 años con el Movimiento de Apoyo a Menores Abandonados sigue dando cosechas, como lo demostraron los 24 niños y adultos que lograron terminar sus estudios de preescolar, primaria y secundaria, bajo el lema “Sí quiero, Sí puedo, Sí pude”.
“Le dediqué esto antes de que se nos fuera. El "Mairo" Rogelio representaba todo. Mi logro se lo dedico a él” finalizó con la voz entrecortada.
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En la graduación estuvo presente Libertad Padilla, hija del fundador, a quien en varias ocasiones se le rozaron los ojos de lágrimas, como a muchos de los presentes, al recordar a su padre, quien perdió la batalla contra el cáncer en enero de este 2018 y a quien dedicaron la canción Amigo y Vive los niños del coro de MAMA AC
Un egresado de la Casa Grande también enfatizó la importancia de la labor de este movimiento y pidió a las asociaciones seguir apoyando y no doblar su brazo ante el envenenamiento de la buena voluntad.