Todo parecía terminar con el final de “It” de 2017, adaptación cinematográfica de la novela de terror de Stephen King, donde jóvenes miembros del Club de los Perdedores están sentados al sol, días después de derrotar a Pennywise en las alcantarillas.
Los únicos habitantes que verdaderamente conscientes del destructivo mal que estuvo a punto de aniquilar la ciudad, hacen un juramento de sangre y se comprometen a volver si sus esfuerzos por destruir la presencia malévola fracasaran y si Pennywise volviera alguna vez, pero lo cierto es que “It” regresa veintisiete años después.
Cabe destacar que a lo largo de sus casi tres horas de duración, el director argentino Andy Muschietti, dedica en esta entrega de “It”, a explorar el efecto que tienen esos miedos o traumas de los niños en su vida de adultos y en donde el director, quedó impactado con el libro de King a los 14 años, no ha pasado desapercibido el hecho de que cuando descubrió la obra tenía una edad cercana a la de los protagonistas de pequeños, mientras que le ha tocado adaptarla al cine, cuando comenzaba los cuarenta, al igual que los personajes de mayores.
Ahora en este “segundo capítulo” el mal vuelve a hacer su aparición en el pueblo de Derry, y ahora se reúnen al Club de los Perdedores para regresar a donde todo empezó.
Chécalo:
Veintisiete años después de que fuera derrotado, el espeluznante Pennywise ha vuelto para sembrar el terror y los Perdedores son ahora adultos que tomaron distintos caminos hace mucho tiempo. Pero están volviendo a desaparecer personas, así que Mike, el único del grupo que sigue viviendo en su ciudad natal, llama a los demás para que acudan a lo que fue su hogar.
Traumatizados por las experiencias que vivieron en el pasado, ahora deberán vencer sus miedos más arraigados para destruir a Pennywise de una vez por todas y tendrán que hacer frente al payaso que se ha vuelto más letal que nunca.